Otro Gredos Trophy.. ¡pero especial! (parte 1)



Después de la fantástica Transpirenaica que disfrutamos con nuestros amigos Tortugas en el pasado mes de octubre, ¡hace ya un año!, hablamos de que la próxima ruta guapa la organizariamos por la zona centro, concretamente por Gredos, que no conocían mucho. Dicho y hecho. Durante las navidades pensamos por qué zonas transitar y qué fechas elegir más allá del invierno. Al final cuadramos reservar finales de abril empalmando con el festivo 1 de mayo. Asi quedó la cosa y así se hizo al final. Como es imposible que cualquier fecha pueda venir bien a todo el mundo no la movimos ya y, como decía, celebramos este "Gredos Trophy" especial en las fechas previstas. La idea era estar dos jornadas en Gredos, lo cual siginificaba que ellos tendrian que tomarse dos días más, uno al principio para bajar a Madrid, y el último para regresar a su tierra. Sugerí que se vinieran a dormir, ese primer día, a nuestra zona, donde hay un hotelito razonable que ya conocía Tomás (de su visita hace unos veranos).. un hotelito que además estaba a espaldas del famoso Daytona, el bar motero de Fuenlabrada. ¡Gran idea, por lo visto! Asi que llegó finales de abril y todos, con ganas, acudimos al reclamo de esta nueva aventurilla. A última hora tuvimos que perder a un integrante habitual, Antonio, que por temas familiares no podia ausentarse esos días de casa. Pero también contábamos con novedades, por una parte, se apuntaban a la fiesta Lupo y su amigo de la Cbr 600 Castrol, Juanfran (con la que más de una vez hemos hecho fotos junto a La Infinita). Y mi padre, que como se encontraba bien de salud, no se lo pensó demasiado y se apuntaba a la fiesta. Seria una o dos noches fuera de casa, según fueramos viendo. El rutómetro ya estaba cerrado meses atrás, el alojamiento en Hoyo de Espinos reservado también, todo lo demás se improvisaría. Los demás integrantes de la zona centro seríamos Kurtis, Iñigo y yo (con alguna incorporación temporal de Juan Vegas, David SV650...).

Miramos el tiempo y comprobamos felices que no iba a ver borrascas ni llluvias copiosas esos días por Gredos, ¡mejor! El primer día acudimos a cenar con nuestros amigos al Daytona. Ya se habian instalado, aparcado sus fabulosas ruteras germanas (más la XS 400 de Juanra). La tripulación "polaca" estaba formada por Juanra, Gregg, Carlos, Alejo y Tomás. Después de la cena ellos siguieron unas horas de cachondeo por la zona, la cosa se alargó...y bastante. A la mañana siguiente, puntuales, estabamos todos en las puertas del hotel. Según fueron saliendo a dar los buenos días los visitantes veíamos sus caras y adivinabas rápido que no habian dormido muchas horas. Alli estaban también Lupo y su colega. ¡Vaya grupo heterogeneo formábamos, grandes GT, varias Rs y la XS 400 atemporal de Juanra!.


Después de los saludos y varias fotos, arrancamos las motos para buscar a Kurtis en Leganés, dónde habia dejado su coche en el taller. Estaba ya esperando, vestido de "romano" y se lo llevó Gregg de paquete en su BMW, ¡vaya estampa!, ja,ja... Tardamos unos quince minutos largos en regresar a Fuenlabrada para coger la "mítica" 506. Mi padre, David, Iñigo y Juan Vegas se nos unirian más tarde, en las siguientes paradas. Por fin comenzaba la ruta de verdad..., ¡asi podian ser todos los lunes!, pensé durante un instante.

La primera parada estaba prevista hacerla en la Cruz Verde, para que la conocieran. Pero antes, por el camino, en algún momento, "la reina de Nurburgring", la XS 400, llegaría a la mágica cifra de ¡¡¡300.000 kms!!! asi que ibamos juntos, en cabeza, su dueño y yo... y cuando llegamos a la salida hacia Quijorna le dejé delante para que parara cuando su cuentakilómetros llegará a la cifra esperada, ya casi inminente. Enseguida sucedió pasado Quijorna. Paramos para inmortalizar el momento. ¡Impresionante lo que la pequeña avispa y su dueño han vivido y rodado desde que se conocieron! Cuantos GTs Riders con motos de 30000 euros tendrían que imitar de ellos...


Subimos a la Cruz ya con más soltura y con poco tráfico (se notaba que no era fin de semana), y alli paramos un buen rato, esperando a Gregg que llevaba a Kurtis a por su S1000R. En la Cruz se nos unió Iñigo, y también Juan y Luis Arminio que nos acompañarian buena parte de la jornada. Una vez todos reunidos, arrancamos y tiramos para Robledo, El Tiemblo, hasta llegar a nuestra segunda parada prevista, El Barraco, donde ya todos juntos, hicimos el primer almuerzo del día. Alli estaban ya, sentados en nuestro bar favorito, David y mi padre, charlando... de motos y de la vida.



Se devoraron algunos torreznos, ese manjar tan apreciado, y del que no conozco persona que se le resista, menos aún si es motero, ja,ja, algún bocadillo potente y algunas birras, con o sin alcohol. Estuvimos sopesando donde comer y las ventas famosas junto al puerto del Pico no daban señales de vida... asi que optamos por llamar a la Venta del Obispo donde, esta vez sí, me cogieron el teléfono y reservamos para comer sobre las tres de la tarde.

Arrancamos por fin con el estómago medio lleno, parando rapidamente a la salida del pueblo para repostar nuestras monturas. Inundamos la gasolinera por completo, ¡pareciamos los participantes de un rally!...y por fin, cogimos el desvio hacia la zona "sin ley" que te lleva desde alli a la hermosa zona dónde comeriamos al final aquel día.

Se hicieron varios grupos pero lo importante es que, todos, por lo visto, disfrutamos de lo lindo, cada uno a su ritmo, viendo o no el paisaje que nos rodeaba con su agreste feeling habitual.. ¡y sin tráfico!


Sobra repetir cuanto nos gusta este tramo Barraco-Obispo, ¡cuantas centenas de veces lo habremos rodado, solos o acompañados! Mi moto no iba mal, creo que todas iban bien, el clima era benigno y no hacia ni frío ni calor, perfecto, yo estaba alucinado, sinceramente. Paramos algún tiempo después en la Venta y, como era un pelin pronto para comer, decidimos acercarnos al mirador del puerto del Pico, donde estuvimos un buen rato maravillándonos de sus vistas y de la calzada romana... más tarde arrancamos y volvimos al bar de la Venta donde la señora nos hizo sonreir varias veces con su desparpajo habitual. Casi comemos lo que ella quiere de hecho, ja,ja, en resumen, todos pedimos platos de carne salvo alguien que pidió trucha (lo cual, para mi, sonaba algo arriesgado...). El caso que ocupamos la mesa principal de la terraza y lo pasamos pipa. No creo que nadie se quedara con hambre, precisamente...


Desde alli se dieron la vuelta algunos integrantes, Lupo, Juanfran, Juan Vegas, David y Luis. Todos tenian obligaciones o planes para esa tarde. A mi padre no le costó ni un minuto animarse para seguir con nosotros, je,je, total, no tenía niguna obligación pendiente. Con poco o nulo tráfico continuamos por la tarde dirección Plataforma de Gredos donde el silencio y el paisaje nos cautivaron durante casi una hora.


Luego fuimos a Hoyos del Espino donde habia reservado para todos habitaciones en un hostal con buenas opiniones en internet, rústico y sencillo pero funcional. Un establecimiento en mitad del pueblo donde reinaba también la calma y con unas vistas espectaculares. Fue inevitable, un poco antes, las habituales fotos con el monumento de la cabra montesa, la que está haciendo "un caballito"... Pues claro, estando en Gredos, ¡tenian que hacerse la foto con ella!

Luego encontramos vacas (a falta de cabras de verdad) y, un año más, surgió en mi cerebro de chorlito lo de que me gustaría tener dinero para comprarme una casita en ese pueblo, cerca de un prado con animales... una casita con un garaje más grande que el resto de la casa. Quién sabe...


Y llegó la noche, y otra cena memorable, donde no sé cuantos chupitos/copas pudimos tomar los integrantes de la aventura de Gredos... lo bueno de cenar cerca del hotel de turno, con las motos aparcadas, es que te conviertes en peatón y ya puedes pasarte un poquito con los líquidos elementos que se crucen en tu camino...... To be continued...


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GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...