¿Qué memoria deportiva tenemos en España?


Ojala no tuviera motivos para escribir estas líneas. Ojala fuera un pequeño delirio nostálgico o un afán de protagonismo literario pero no, me temo que no. Mucha mala leche acumulada y cierta decepción renovada, así de simple. Supongo que muchos ya lo sabréis. La cuenta atrás ya ha comenzado. Después de muchos años de sustos y amenazas ahora parece que sí, que la cosa va en serio, la destrucción está en marcha. Ya se han puesto en movimiento los decisivos engranajes legales y administrativos para que el Jarama, el mítico primer circuito ¿permanente? que se construyó en nuestra piel de toro, pase a “mejor vida”. ¿El motivo? Ya lo sabéis, ¿verdad?, construir una urbanización, perdón, ganar dinero, mucho. Como tenemos en España “tan pocas” viviendas vacías tenemos que construir más urgentemente. Dicen los veteranos, periodistas o simples aficionados, cuando se habla del Jarama y de la guadaña que pende sobre su cuello, frases del estilo “¡Con lo que costó conseguirlo!”. Pues sí, señores, con la excusa de que a) se ha quedado anticuado (¡¡ni que el mundo de la moto ni el automovilismo comenzara y terminara con los pilotos y los campeonatos de élite solamente!!), b) que molesta a los vecinos (claro, pobrecitos, fueron realojados allí en contra de su voluntad y ¿después? ¡les construyeron un maldito circuito al lado!) o c) no es rentable (claro, en lugar de cambiar al pastor matamos a la oveja). Ironías aparte, porque el tema es muy serio, hay que reconocer que la gestión será mejorable, que sus tierras son, sin duda, muy golosas para tanto especulador ávido de nuevos negocios, que hace años ya que se quedó pequeño para albergar una prueba puntuable del Mundial. Todo esos argumentos son reales pero no son, ni de lejos, suficientes para destruir el Jarama. Por lo visto, el ayuntamiento de la localidad de San Sebastian de los Reyes ha tomado la decisión, esgrimiendo como argumento que el Jarama cuenta ya con una estructura «obsoleta para su función específica» y que, además, se encuentra situado entre suelos residenciales «con las consiguientes molestias y colapsos en la A-1» para todos los vecinos. El concejal de Urbanismo de la localidad, advirtió que éste sólo es el primer paso de una operación que no cristalizará hasta dentro de «dos o tres años».

Dos o tres años… y uno se pregunta, ¿qué vale el esfuerzo y la ilusión de las generaciones que nos precedieron? ¿Qué tipo de memoria histórica y deportiva tenemos en este país? Tantas fotos y sonrisas por el mundo y en nuestro patio no hacemos más que olvidar o defenestrar nuestros viejos retratos. Sencillamente, esa gente que apenas tiene sangre en las venas, se quiere cargar el circuito que más Grandes Premios de España ha albergado durante nuestra historia reciente. El circuito que vio encumbrar al mismísimo Angel Nieto, nuestro campeón más laureado. El circuito donde varias generaciones y pilotos de la talla de Herrero, Agostini, Sheene, Roberts o Spencer ganaron carreras memorables haciendo si cabe más grande el motociclismo.

En España parece que no es suficiente con que olvidemos a viejos héroes motociclistas como Paco González, diez veces campeón de España, decano de toda una generación valenciana motociclista. ¿Sabéis lo que han contestado alguna vez las autoridades? Que poner su nombre a una curva en Cheste “no da votos”. Ya sin careta, directamente.
Parece que no es suficiente con que nuestro héroe Santiago Herrero siga sin tener una curva o una calle con su nombre (menos mal que ahora, entre los aficionados y ciertas revistas, estamos moviendo el asunto, a ver si se le cae la cara de vergüenza a quién decide). Parece que la figura de Herrero no es suficiente para que Dorna, empresa española con vocación internacional (como bien recuerdan) proponga su nombre en el “comité de sabios” como candidato a sus premios “The Legends”. Cortésmente, indican que es una compañía internacional y que su obligación es a nivel mundial (claro, España no debe estar en el mismo planeta) y que el nivel de exigencia es altísimo… ¡qué chasco, señores de Dorna, al menos pensábamos que lo iban a proponer! No es suficiente con que el gran Víctor Palomo tenga una curva en un circuito donde no nos dejan apenas rodar y donde, para defenderlo, su promotor tuvo que hacer ¡una huelga de hambre!; parece que no importa tampoco que figuras del calibre de Joan Garriga o Min Grau (entre otros pilotos vivos) pasen desapercibidos como si no hubieran llenado de gloria nuestro deporte... Tampoco pasará nada si Angel Nieto desaparece sin haber recibido un premio que merece más que muchos que sí lo han recibido (El Príncipe de Asturias, supuestamente, un galardón que se otorga por la larga trayectoria de sus premiados). Podíamos seguir poniendo ejemplos pero no quiero aburriros.

¿Os imagináis a los alemanes destruyendo el mítico Nurburgring (el viejo trazado de 22 kms) incluso ahora que están pasando serios apuros financieros, para construir rentables hotelitos, chalés o campings?? Yo no. ¿Os imagináis a los californianos destruyendo Laguna Seca para construir un rancho? ¿A los italianos urbanizando las hectáreas que ocupa Monza o Misano? Y qué decir de los ingleses… ¿os imagináis que convierten Donington en una alegre campiña para los boys-scouts? ¿Os imagináis Madrid sin la Cibeles, a Barcelona sin su Tibidabo?
¡Cuánto tenemos que aprender! Hay países que saben recordar a sus héroes, conservar sus monumentos, respetar su historia en suma, otros no. A nosotros nos ha tocado la cruz, un pequeño inframundo lleno de leyes y de dirigentes que, entre otras cosas, aprueban por Real Decreto (303/2011) una limitación de velocidad máxima que es contrario a la Ley de Tráfico. No hay que ser muy catastrofista para darse cuenta qué motiva a unos y qué anima a otros. A veces veo las noticias de lo que sucede en el norte de Africa y me pregunto si es lo que deberiamos hacer por este atropello y por tantos otros…
Mucho sacar pecho por los títulos conseguidos en el 2010, mucho decir que somos “los mejores” pero da vergüenza ajena ver como “entre todos la mataron y ella solo se murió”. ¿Dónde estás, Federación? ¿Qué dices, RACE? ¿Qué dices, Comunidad de Madrid? ¿Cuántos caramelos os han puesto a la vista?
Dentro de unos días se celebrará el "Mike Hailwood Memorial Run". Se cumplen 30 años de la desaparición del, posiblemente, piloto más grande de la historia, Mike Hailwood. El punto de partida es la antigua fábrica de motos Norton en Aston, Birmingham. La comitiva va hasta Portway, lugar del fatal accidente y luego se dirige a la iglesia de Tanworth-in-Arden, dónde está enterrado. Qué envidia sana me dan los ingleses...

Señores especuladores, aunque les importe una mierda, ese circuito se llamaba Circuito Permanente de El Jarama, y fue el primero, permanente, de toda España.
¿Qué tipo de memoria histórica y deportiva tenemos en este país?

GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...