El ojo de la aguja



No me gusta contar historias aburridas o domésticas... pero cuando hay motos por medio se pueden hacer algunas excepciones. Algunos amigos saben qué infierno familiar hemos pasado desde hace casi tres años... quizá merezca la pena contar como condiciona al más fuerte algo así (lo de "al más fuerte" no lo toméis verídicamente) y cómo afecta a las ganas de montar en moto. Lamento no tener otro asunto más simpático que contar hoy pero siento que es el momento adecuado, parece que estamos por fin saliendo de esa zona oscura que nos ha amargado la vida tantos meses. Y ese punto de inflexión me llena de ganas e ilusión comedida... Espero no aburriros...

Qué complicado y cuanto aguante requiere encajar las piezas del puzzle de la vida. Eso ya lo sabiamos, sí. Ya estamos todos creciditos y, en mayor o menor medida, tenemos unas cuantas cicatrices. Nada nuevo bajo el sol. Pero es cierto aquello de que todo lo malo es suceptible de poder empeorar... Sobre todo si los problemas surgen en el ámbito que más valoramos la mayoría. Sí, después de gestionar y torear todo tipo de movidas o puñaladas inesperadas la vida nos subió el listón en febrero del 2014 y desde entonces comenzamos a rodar, poco a poco, por una pendiente que solo conducia a un agujero negro.

¿Y qué podiamos hacer aparte de intentar solucionar el problemón y atender nuestras obligaciones (soluciones que no funcionaban)? pues evadirnos haciendo todo aquello que nos aporta felicidad, tranquilidad de espíritu o ambas cosas... Aunque habia perdido buena parte de la fuerza que alimenta las ilusiones y ese estado de ánimo óptimo que todos necesitamos sentir para sonreir diariamente decidí no abandonarme... Mientras tanto, en el ámbito de las dos ruedas, luchamos con la mecánica de la Ossa y con los contratiempos para seguir jugando a ser piloto. Hicimos bien a pesar de las dificultades que también llegaron. Menguaron las ganas de hacer viajes o de, incluso, salir a tomar cervezas pero se intesificó esa comunicación personal con la moto matriculable en salidas cortas, casi siempre en solitario, por nuestra querida sierra de Madrid. ¿Y por qué con ella en especial? porque no nos apetecía en esos momentos trastear, lo que yo deseaba era rodar, emborracharme de kilómetros y de sensaciones, incluyendo aceleraciones, apuradas y breves charlas con amigos también "tronaos" en algunos puntos de nuestra geografía cercana. Sí, minutos de evasión personal pensaréis, efectivamente, evasión y satisfacción en dosis comedidas. No era por distraernos, ni mucho menos por "pasar el rato". Para eso ya está la tele o los crucigramas. Era el mismo deseo de siempre pero más potenciado, más buscado, sentirnos agustos haciendo lo que más nos gusta "con los pantalones puestos" (como diria Schwantz). La necesidad de sentirse un poco vivo, de no perder tu propia identidad, tu propio yo, la necesidad de no empequeñecerte y convertirte en una penosa sombra de ti mismo. Acerté con aquella decisión (lógica y natural, por otra parte) y aunque era un remedio temporal que solo parcheaba el dolor mantuvo un hilo vital que nos hizo seguir en marcha. Al final, durante estos años hemos aumentando el número de escapadas cortas pero, curiosamente, hemos hecho muchos menos kilómetros anuales al no realizar tantos viajes como antes.

Arrancar no era tan fácil como quizá haya dado a entender antes. Sentado en el sofá o en la cama por la mañana no siempre teniamos esas ganas de salir corriendo vestido de cuero. Una parte perezosa y malévola te invitaba a seguir postrado, sin hacer nada, en tu casa, como recordándote tu situación. La misma parte que te animaba a bajar a por el pan como máxima aventura mañanera. Asi me afectaba a veces. Ante esa mala sensación habia que movilizarse enseguida. Ya en el garaje el sabor comenzaba a tornar en uno más dulce... Una vez rodando todo mejoraba. No siempre ligero o necesariamente mejor pero sí notabas más cosas, incluyendo una comunicación con la moto que hacia años no sentía. La viejas conversaciones volvian  sin avisar, en silencio la mayoría de las veces, admirando al mismo tiempo que algunas cosas no cambian demasiado. El veneno diluido de querer apurar golpeaba con satisfacción entre curvas, nada glorioso o destacable, pero aliviando tensiones y tristezas. La gran compañera se ha portado como una de las mejores compañías. Ha sido, como es fácil de comprender,  un oasis en mitad de un desierto casi vacío. Sé que no estoy contando nada nuevo... ¡a cuantos les ha pasado!, y... ¡cuantas veces aludimos al sentimiento de libertad que nos bridan estas bellas compañeras!.. pues sí, en los momentos más malos siguen alli, esperándonos. Es muy raro que nos decepcionen, no está de más recordarlo. Durante años lo habia olvidado porque no tuve la necesidad. Ahora todo era distinto y la nobleza de la motocicleta me salvó de vivir peor...y no exagero.


Por el camino, recordábamos momentos sumamente felices como la fiesta de clásicas de La Magdalena, en septiembre del 2013, una etapa y unos días realmente gloriosos, y tambien recordaba todo lo contrario, agosto del 2014, el momento más bajo, y encima debutando en La Bañeza, cuando me encontraba muy tocado y era un fantasma de mi mismo. En esos momentos salvé un poco el tipo gracias a varios tios irrepetibles, los Luismi, Carmelo, Mudo y Manu que siempre estaban cerca arropándome y empujándome,¡qué importante es contar con compadres así!, dan sin pedir, y te ayudan a llevar la mochila durante algunos kilómetros...

Parafraseando el título de la novela del gran Terenci Moix, a veces pienso que soñamos lo que vivimos, pues pasa rápido, casi fugaz... aunque lo ideal, en mi opinión, es vivir lo que soñamos previamente...lo cual no es nada fácil pero, creo yo, debemos aspirar a ello continuamente, sin aspavimientos, sin extridencias pero con cierta convicción y solida determinacion en nuestros actos. Luchar por tu sueños sin una base mínima de tranquilidad y felicidad jamás lo habia experimentado. Y esa es la amarga lección que he aprendido durante estos infinitos meses. No se lo deseo a nadie y tampoco quiero agrandecer o exagerar el asunto, miles de cosas peores pueden suceder pero, lo dicho, creo que alguien desde arriba me puso a prueba, quiso saber si seria fiel a mis pasiones estando medio muerto en vida. O quizá todo sea tan mundano e insignificante que no merezca ninguna de estas lineas, esa posiblidad también cruza mi mente...

Ahora que se cumple 40 años del primer titulo mundial de 500 de Barry Sheene es complicado no volver a preguntarse cómo encajaban los golpes de la vida guerreros como él o Ricardo Tormo. Recientemente, un buen amigo escribia que no debemos fijarnos en los pilotos como modelo de referencia. Yo opino otra cosa. Algunos románticos no solo los admiramos por su talento y sus luchas dentro de la pista sino, en ocasiones, por su modo de ser y por la manera que han conseguido lo que atesoran. Porque para algunos el "cómo" sigue siendo importante. No todo vale. Y con esa convicción de no salirnos del camino por amargas ráfagas de viento que empujen nuestros pasos, no queda otra que seguir pa'lante, como siempre, mantener la calma, tener buenas dosis de esperanza y seguir luchando por nuestros sueños, pequeños o grandes, despiertos, intentando ser realistas, sin aspirar a tronos demasiados lejanos y, sobre todo, a saber hacer de tripas corazón. Levantarse y vestirse de cuero aunque durante los primeros minutos no nos apetezca o no lo veamos claro, fundamental no parar la máquina. La vida es movimiento, pararse sin un verdadero motivo es acercarse un paso más a la derrota, mucho cuidado. No, no es fácil, es como una medicina que cuesta de tragar, ante ciertos nubarrones anímicos es dificil tirar pa'lante, mucho, lo fácil es abandonar, enfandarnos, rompernos, traicionarnos... pero no debemos hacerlo jamás. Además, nosotros contamos con la mejor medicina que conozco. Aunque la luz sea tenue debemos intentar enebrar la aguja que con sus puntadas nos conduce a nuestra felicidad. Comenzamos nueva etapa con más ilusiones... Siempre adelante.


"Sometimes I think we're the brightest stars
And I try to believe we'll find a way
Will life change, will our hearts turn colder?
(Major Lazer)
All the rhythms in my heart lift me up inside
We can stay out of the trouble is it worth the blame?
Is it true that the more you give the more they take?
All the rhythms in my heart lift me up and say
Only love will make us ache
Only love is worth the chase
All my love I know we're waitin' for this
On the rocks up on the mountain tops..."
All My Love (Led Zeppelin)

GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...