Malos tiempos para la lírica




Saberlo no es lo mismo que experimentarlo. Aún así, si sabes ya que tus padres nunca fueron superhéroes pero sí lo fueron por ti muchas veces, que casi nada es eterno, ni siquiera el amor sincero, que nada dura para siempre, ni siquiera la mecánica alemana, que el Bien es un principio activo y que si no actúas todo va a peor, si sabes que somos tan imperfectos que, en ocasiones, somos expertos en desechar de nuestras vidas a los mejores, si sabes todo eso y lo tienes asumido, lo tendrás más fácil, sufrirás menos. Algunos se pasan de vueltas y llegan a la otra orilla, viviendo cada minuto como si fuera el último, huyendo hacia delante para evitar la tristeza, las responsabilidades. Es otra opción pero no es la que me gusta. Eso sí, aprendemos cosas across the long road. Lágrimas las justas... solo las justas, ni una de más, ni una de menos. Risas, todas las posibles, todavía son gratis...

Malos tiempos corren, ya lo sabemos. No nos deberíamos quejar mucho con la que está cayendo ahí fuera pero, ciertamente, después de un año tan jodido dan ganas de coger la moto y perderse en el fin del mundo... pero está tan caro echar sopa... ¿hasta dónde llegaríamos? Demasiado cerca... Nos recortan nuestros viejos derechos y no quemamos los bancos ni el Congreso en su hora punta, la prima de riesgo y unos gobernantes que ya solo nos ven como cifras en grandes ecuaciones europeas, campan a sus anchas, en la calle, algunos que llevan casco (y no van en moto) golpean a los que juraron proteger. Enciendo la caja tonta para evadirme y soñar un poco y veo que la electrónica y la pasta reina en el viejo paddock. ¿Viejo?, no, como decía Oxley, esto ya es otro mundo, aquí no ves mecánicos con manchas de grasas, los boxes parecen escaparates de centros comerciales...  Enciendo el ordenata, como siempre, y veo que, demasiadas veces quizá, nos felicitamos porque nos avisa un calendario electrónico o una red social. Ok, no todo es malo, ¡verdad!, no vamos a exagerar, claro que hay cosas buenas, pero a veces parece una excepción, un accidente... eso sí, los buenos permanecen. De lo poco que queda. Lo que pasa que también ellos, antes o después, van desapareciendo, nada es eterno... Tengo tres buenos amigos que se nos van, en varios sentidos. Dicen que no nos pongamos tristes, que no es para tanto. Ojala fuera así. Avisan que es culpa de este puto otoño, otro otoño que se percibe gris y solitario. Que no es grave. 

Recuerdo la primera crisis de uno de ellos. Toda una auténtica historia de amor entre moteros, entre dos personas muy parecidas, entre buena gente. Fue breve, corta pero intensa. Al menos él vivió flotando entre nubes de felicidad y esperanza. Hacia tanto, tanto tiempo que no vivia algo así... Lo malo es que se estropeó antes de comenzar en serio. Al final, adelgazó y le salieron canas, parece que fue ayer. Nuestro amigo apenas podía disimular el tormento que le quemaba por dentro pero lo intentó al principio. No era culpa de nadie, ni siquiera era culpa suya. Rodaba más rápido pero perdió su finura. No fue lo único que perdió, también perdió su habitual sonrisa. Lo intentamos pero no fue suficiente. Quedaron cicatrices. Otra amiga, común, nos recordó que las malas relaciones pasadas dejan marcas. Te borran un poco tu sonrisa, tu naturalidad y, lo peor, te hacen ser desconfiado, demasiado... serlo hasta cierto punto está bien, es útil, serlo en extremo te amarga un poco, te confunde a veces y, antes o después, hace que paguen justos por pecadores. Mi socio lo sufrió en sus carnes. Ella se cruzó tarde en su vida, muy tarde, ni en mil días podría compensar tanta desventaja. Una mujer realmente maravillosa, singular, inteligente, bella, princesa por dentro y por fuera, pero princesa herida... ya estaba cansada de recibir palos, y ante la duda pensaba en negativo. Otro moscón, imaginó. 

Mi colega, buen tipo, exclamó eso de "¿Como pudo sucederme a mi?", la clásica pregunta que todos alguna vez nos hemos hecho. Gran dilema, dificil respuesta. Todo había sido tan natural, tan hermoso, tan humano que era injusto que, al final, se encontrarán, los dos, otra vez solos, ¡vaya luces! El estaba dispuesto a cambiar varias cosas en su vida por estar con ella pero ella nunca lo supo, por unas cosas u otras, nunca tuvo ocasión para contárselo bajo la luna o en una barra. No fue culpa de ella, fue una metedura de pata del fiera. Si os pasa a vosotros... no esperéis mucho tiempo, forzar el momento si hace falta, si queréis a una mujer, y lo tenéis claro, decírselo cuanto antes, no esperéis demasiado, suele ser un error. Y asi nos encontramos en aquellos tristes días... Quizá seria injusto pero era algo natural, sucede a menudo, cosas de la vida, no podía reprochárselo al destino, no era el primero, no seria el último... Desgraciadamente, parece que nos hemos acostumbrado a que, porque sucedan cosas terribles todos los días, nos comportemos casi como seres insensibles. 

Al final, escondió las fotos y los planes, y los mapas, y, sobre todo, los sueños... ¿de qué valen tantas buenas ideas si ella no está? y se levantó, como siempre, sin ganas de caminar pero con cierto propósito de hacerlo... Y miró a su alrededor. Y vio que casi todos vivían más o menos felices en su sencillez, en su rutina, en su comodidad, con su contenta resignación, en su nulo afán por vivir con mayúsculas... no era la solución pero, desde luego, funcionaba. Los problemas de los superdotados en clase siempre son así, destacan demasiado, el mundo habitual no está diseñado para ellos. Lo pasan mal. Durante algún tiempo se preguntó si esa solución podia valerle. Se intentó convencer, bajar de revoluciones, ser más mediocre, más materialista, más simple, encoger su pecho... pero en su interior sabia que no. No, él no era así, no podria cambiar ni en un millón de años.. asi que tuvo que negociar con su corazón y tomar algunas medidas.  La cosa funcionó pero, no hace mucho, volvió a pasar algo parecido, ¡hostias Pedrín!
Aquella vez, "originales" los dos, fuimos de bares y de rutas cortas para ahogar sus penas. Todo era divertido pero, en el fondo, ligeramente vacío. Ni con ellas ni sin ellas, ya sabéis. Vaya racha aquella...  Preguntamos a los maestros y nos explicaron cómo mitigar la chapuza, como distraernos, que el tiempo lo cura casi todo... el concepto lo pillamos rápido, aplicarlo era más complicado porque en aquellos días éramos ya algo idealistas y al final, en la habitación, por ejemplo, por la mañana, el techo era nuestra única pareja. Gilipollas románticos, sí. Corazones fuertes, corazones débiles, todo en uno. Cuanta energía desperdiciada, cuanta lírica tirada a la basura...


Recordamos en los desayunos las vacas marrones que nos encontramos por el camino, como una maldición segura, en Morcuera o subiendo por el Roncal hacia la piedra de St. Martin, entre nieve, ausencias y ese aire puro que te sacude el cuerpo y te recuerda que estás vivo. Recordamos las veces que empujamos las motos porque se negaban a arrancar "solas". De muchas ideas y de algunos viajes simplemente irrepetibles. Vivir solo de recuerdos es un coñazo, un desastre, solo mola en dosis pequeñas. Y ahora, sin embargo, será distinto, peor. Y creo que no podremos hacer mucho por ayudarle, por ayudarnos. Esta vez todo es más complicado. Demasiadas intromisiones, demasiada vida burguesa, demasiadas responsabilidades... Hemos llegado tarde esta vez, hemos perdido los dos...

Y, como si fuera un maldito guión bien estructurado, otra persona importante, una amiga grande de corazón y de sonrisa, nos confiesa en voz baja lo mal que lo está pasando y qué implacable es su rival. A veces no se puede luchar contra ciertos enemigos. Como es una mujer valiente y fuerte, confió que al final vencerá esa batalla, con su discreción habitual, su coraje, sus ovarios y su clase. No lo dudo. Pero por el camino lo pasará mal. Eso me jode. En ambos casos me pregunto lo mismo, ¿por qué la vida a veces es tan injusta? Y miro hacia dentro, egoísta. Cuando mejor estamos mentalmente llegan estos palos. Lo peor no es el receso, la mala racha, no, lo peor es la sensación de que solo es el principio de una etapa oscura, solitaria y rancia. Saberlo, comprenderlo, ayuda pero no mitiga del todo ese rechazo a una futura soledad que llegará antes o después. Otro irremplazable compañero de aventuras comienza a salir ya menos también. Como lo echo de menos... Era previsible, ley de vida y todo eso, sí, lo sé. Los papis se hacen mayores, aprovechemos ahora cada día... Algunos imponderantes son dificiles de batir, más complicado que en su día batir a Doohan. Maldito otoño gris. Voy a dejarlo aquí...

Decía hace poco el bueno de Miquel Silvestre que está un poco harto de hablar de sus viajes, de sus obligaciones casi diarias con los medios digitales, de su exposición pública, de su fama, de ver también como nuevos aventureros emprenden viajes ya con la idea prioritaria de montar grandes crónicas y darse a conocer..... sic........ el mundo al revés, sí. Nosotros no queríamos viajar o llegar lejos para luego contarlo, no, aunque uno de ellos escriba este blog. No queremos ser conocidos más que entre nuestros amigos o conocidos. Con las fotos pasa lo mismo, nos gusta hacer muchas, sí, pero intentamos no perder el norte, el objetivo, vivir eso que luego fotografiamos, no a la inversa. Porque sin objetivo no somos nada... Eso era lo que nos impulsaba, los "proyectos", las ideas, horizontes a la vista. Sin objetivos no habia motivación. No, no íbamos a ir al gimnasio, ni coger la bici, ni dar vueltas y vueltas para que todo cuadrara.

En agosto celebramos entre amigos una boda motera genial, llena de momentazos y alegría, se nos casaba nuestra Martita-R6. Lucía un precioso "Dainese" blanco y hubo motos, antes y después de la ceremonia. Ocupamos media ciudad durante horas. Motos y guitarras, risas y amigos, sucesos únicos y sentimientos a flor de piel. Sabemos que los protagonistas se lo pasaron de maravilla, asi que cumplimos con la "misión". Fue sencillamente cojonudo pasar día y medio con los novios y con Edu, Sara, Itzy, Isma, Rosy, Ray, Kike, mi padre, uffff... ¡simplemente espectacular! Pero no pudo terminar perfecto ese primer fin de semana del mes. Una vieja amiga me llamó entre sollozos. Se nos habia matado un amigo común irrepetible, el loco maravilloso de JC Nokalkorretant. Pensé que soñaba, que era una broma sin puta gracia. Había hablado con él apenas unas semanas antes para quedar en Barna. Un maldito guardarraíl nos lo arrebato cruelmente, allá en su tierra, en Galicia. Ya no volveremos a brincar juntos nunca más en este mundo, ni a tirar petardos, ni a tomar una penúltima copa. Pero volveremos a vernos algún día, estoy seguro. Ahora el cielo es un lugar más divertido y la Tierra un lugar un poquito más solitario. Aquí nuestra última foto juntos, en el Detroit, con Juanki y Pedrito, seriotes, para disimular un poco...


Y hace pocos días, no pude evitarlo, pensé a dónde huiría, cobarde, para esconderme o lamerme las heridas... Las ideas brotaron con energía, no falla, en eso estamos doctorados. Solo contaré dos de esas ideas aquí, los grandes viajes son largos de contar, incluyendo esa llamada del desierto que sigue viva... Pensé en Piper, Lobo y los demás polacos, de viaje por Tallin en esos días, visitando el lugar donde cayó en el 2000 el gran Joey. Sin duda, esa tierra, esa maldita carretera franqueada por demasiados árboles cercanos, seria un buen punto de descanso en mi viaje a ninguna parte. Presentaría mis respecto a unos de mis grandes héroes como, algún día, espero hacer en la milla 13 de mi isla favorita.


También pensé en la vieja-nueva idea loca de correr con alguna "clásica" más moderna el año que viene en alguna prueba de Francia. Sí, con un hierro de los años 80. Tengo un colega alicantino que es la bomba, viejo rockero y gran motero, Jesús. Tiene su propio equipo particular, dónde corre su hijo. Seguro que, antes o después, haremos alguna aventura motera juntos. Ya hemos hablado hasta de varios detalles. También estamos viendo algunos modelos (por mirar, ná más) que venden en el segunda mano. Solo falta lo de siempre... la viuda rica que haga de patrocinadora o el premio de la lotería (a pesar del peñizco del Estado). El problema de fondo, siempre lo digo, es que no somos inmortales. Cuanto antes, bien hecho, mejor... Enlazado con esto pensé en el Bol d'Or para "clásicas" que se celebra en esa tierra donde ser motard es un orgullo y no un sinónimo de casi-delincuente. Hemos visto las fotos recientes... esas Kawa de principios de los 80 que nos volvieron majaretas en Montjuic, esas preciosas Suzuki Yoshimura, esas rojas Honda RCB como las que pilotaron Chemarin o León, etc, ufff, demasiadas babas por el suelo.... http://www.boldorclassic.com/index.html


Y, durante estos meses, inevitable no pensar en el valiente piloto galo que cayó en Suzuka. La idea de subir a Osny y rendir homenaje al, para muchos, el mejor piloto de Endurance de la historia, el mítico Christian León, estaba en la mente desde antes del verano. ¡Como le quieren en su tierra! que envidia sana me da... Pues nada, Osny está al norte de Paris, no está lejos pero, otra vez, miras lo que te vas a gastar en gasolina y te cambia la cara y el cuerpo. Si alguno podéis ir, no dejéis pasar esta oportunidad. Se trata de una exposición y homenaje. Estará muy bien organizado, lleno de actividades y recuerdos. Una gozada para los nostalgicos o veteranos. Ah, y "Entrée libre". Os dejo el cartel:



Para rematar el ambiente, el otro día viendo otra "carrera de Dorna" percibí, a un nivel ya "preocupante", que empiezo a tener pocas ganas por ver las carreras. Me levanté de madrugada y me perdí casi toda la carrera de Moto3 pero, salvo la primera vuelta de Marc en Moto2, el resto del Gran Premio me pareció un coñazo. ¿Qué está pasando? Jamás he pasado por ese "trago"... no estoy acostumbrado, me parece raro. El "trenecito" de la categoría reina (¿reina?) lo podemos medio soportar (bueno, son los mejores pilotos del mundo, aunque no se adelanten mucho, digno de ver) pero, a veces, me aburro también en las otras categorías... joder, ¿seré yo que estoy cambiando, haciéndome un aburrido? Menos mal, que días antes, enchufe Eurosport y vi la última manga de SBK. Queríamos muchos que ganara Sykes y nuestro equipo de Kawasaki pero el viejo pirata Biaggi, al final, no falló. Medio punto, por medio punto consiguió su segundo título de 4T. Sí, yo creo que la suerte de los campeones existe. Si hubiera ganado el británico... que mejor homenaje de su equipo y de él hacia su compañero Lascorz, ¿verdad?

Y casi sin querer, volvimos a viajar en el tiempo hace unas semanas, quizá para refugiarnos. Disfrutamos del Jarama Vintage y de su ambiente gentil, racing, alegre y dicharachero. Me lleve un número de "Motociclismo" de junio del 82, con Freddie y su Honda en la portada. Después de esperar unos fantásticos minutos el gran Spencer me lo firmó. No sé cuantos millones de fotos le pudieron pedir en ese rato. Demasiadas sin duda. Jamás dejó de sonreír el superdotado. Su historia deportiva es tan acojonante, tan de película... Poco más tarde se enfundó su mono moderno, se subió a su mítica Honda con dorsal 19 y salió a pista. Vimos también, de nuevo, a Read, a Lavado, a Champi.. vaya tres grandes de verdad.. Vimos a los clásicos, a muchos amigos, pilotos, aficionados o mecánicos, viejos mecánicos, muchas motos antiguas, nacionales... vi y escuche vibrando algunas MV... y las RG500 de Barry, Parrish, Hennen, Herron y demás fieras de los años 70...  aqui 24 gloriosos segundos... saben a poco, sí, la cague con la cámara, tenia que haber grabado más...
http://www.youtube.com/watch?v=XJsBEV60rqI&feature=youtu.be

Y hablando de esas carreras, de esos mecánicos con manchas de aceite (de nuevo el ejemplo más descriptivo) ahora veo en los boxes y en los paddock demasiadas caras largas, demasiados egos, demasiada tonteria, demasiados intereses, demasiado marketing... Lo romántico está desapareciendo a tanta velocidad que empieza a dar miedo... ¿os acordáis de la aventura de Aprilia en 250 en los ochenta, con Loris, el valiente Reggiani, por medio? La primera victoria de la casa de Noale, en Italia (bueno, San Marino), fue mítica, apoteósica, humana, histórica... cuantas lágrimas derramaron.. sí, eran otros tiempos, 1987. Y era una fábrica pequeña... Davit contra Goliath. Ahora algo parecido parece inconcebible.


No quiero terminar sin mencionar la bonita iniciativa del calendario de moteras asturianas (¡y madrileña!, que por ahi está en el mes de abril nuestra guerrera Amara) que un grupo de chicas comprometidas pusieron en marcha este verano. Todo lo recaudado irá a parar a la Fundación Nacional de Pararapléjicos (http://www.infomedula.org/).  Seguro que lo habéis visto en las revistas o en Facebook. Ojala el ejemplo cunda y se hagan más cosas así. Podéis pedir los calendarios (una pasada de fotos y moteras) en distintos puntos, quizá el más fácil sea vía Facebook, buscad Calendario Moteras Asturias

Casi se me olvida, quería agradecer a Sara Gixxer su bonito mensaje en la web de los amigos de Moclava, con motivo de la carrerilla de Cintruénigo. Aunque exagerado, siempre viene bien para la moral leer cosas así, ¡gracias tesoro, siempre destilando clase y simpatía!, besos...


Cierro el grifo ya... El título de este post no sé si lo he repescado sin querer de alguna canción antigua, de algún poema, de algún libro, creo que sí, da igual, viene que ni pintado. No todas las historias que empiezan bien terminan bien, no sé dónde estará el matemático que decía otra cosa, ¿le conocéis alguno? No todas nuestras buenas ideas nos llevan por caminos alegres, llenos de cachondeo, besos u olor a gasolina. Sí, sé que lo sabéis. Lo sabemos. Pero saberlo no ayuda demasiado...

Salgamos a rodar, a fijar la vista en la cinta negra de nuestro destino y vivir cada segundo sin ira, sin pena. Seas rutero o tandero, de verano o de invierno, paquete o tapado. Una moto, un viaje sin rumbo, cielo azul, ¡dinero para echar gasolina!, montañas, valles, llanuras, costas, todo es más bonito si no vas solo, sí. Quizá algún día vuelva a ser así, amigos míos. Mientras, no queda otra, siempre adelante, aunque cabalguemos solos.


¡Gracias, banda, por estar ahi, aguantando el temporal! ¡Hasta pronto, Juan Carlos!


"Todos tenemos un propósito en la vida.. un don único o un talento especial que dar a los demás. Y cuando mezclamos este talento único con el servicio a los demás, experimentamos éxtasis y júbilo en nuestro espíritu, que es la última meta de todas las metas..."
Dr. Deepak Chopra

GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...