Viaje a Assen '09 (parte III)


Viernes 26: Etapa Spa (Bélgica) - Oranjewood (Holanda).
Despertamos muy pacíficos ese viernes. El silencio lo inundaba todo. Cuando salimos a la calle vemos un precioso Audi R4 blanco aparcado en el barracón contiguo. Vaya cochazo. Nos tiramos un buen rato entre bostezos y fotos. Hoy la etapa va a ser corta. Hay ganas por llegar al hotel y a Assen, ¡¡estamos muy cerca!! Arrancamos "pronto", todos juntos, después de un soleado desayuno en la terraza de un bar. Algunos aprenden cómo se dice en francés café con leche mientras que, para los menos hábiles, la palabra ¿internacional? croissant soluciona el momento. Intercambiamos un rato las Fazers y dejamos atrás Bélgica, entramos por fin en la preciosa Holanda. Se acabaron las colinas y, por supuesto, cualquier cosa que puedas llamar "montaña", "sierra" o "cumbre". El paisaje se hace todavía más verde. Me encanta este país.
El tráfico empeora. También las autopistas, varios kilómetros en obras. Cada minuto que pasa nos acerca a nuestro destino, poco a poco se ven más y más motos. En las gasolineras, cuando paramos, nos encontramos con grupos heterogeneos de moteros. Customs, deportivas, nakeds, viejas, modernas... ¡Ahora sí que empezamos a darnos cuenta de hacia dónde vamos! Pasamos las desviaciones que nos llevarian a la preciosa Amsterdam (¡otra vez será!) y antes de comer (horario español, claro) ya estamos cerca del hotel que nos reservaron, en Oranjewoud. Esta localidad es una especie de pueblecito tranquilo, verde, como una urbanización residencial privada... Cuando aparcamos miramos sorprendidos porque el hotel tiene muy buena pinta. Es de la cadena Golden Tulip y pronto descubrimos que están celebrando una boda. Eso sí, ni un ruido, ni un grito, reina la paz. La verdad que no pintamos mucho en este hotel. Entre las ropas que vestimos y el tono sonoro que gastamos más de uno nos mira con cara de sorpresa. Las habitaciones son muy chulas. Luego hay piscina y más inventos. Comemos en una terraza muy agradable también. Los novios están muy cerca pero no se oye ni una triste canción, ni un "viva los novios" aunque sea en holandés o alguna muestra de alegría similar... uno que va de mariachi nos invita a cantar, ¡no lo digas dos veces, chaval!

Después de comer, algunos nos vamos para el circuito. Oscar, Santi y yo arrancamos las motos para ir al epicentro de la fiesta y, también, encontrarnos con Antonio y Carlos, mi vecino y su colega, que ya llevan un día por aqui. Desde el hotel hacia Assen el paisaje es, simplemente, magnífico. Cruzamos varios pueblos preciosos, ordenados, pintorescos, con más y más prados verdes, casitas super chulas con o sin jardin, ganado, bicicletas (¡claro!)... Paro en una gasolinera Shell para repostar pero solo se puede pagar con tarjeta. Enseguida se acerca una im-pre-si-o-nan-te muchacha rubia de ojos claros que me explica que mi tarjeta no funciona. Cuando consigo volver a la realidad le digo que no importa. No echamos gasolina pero, gracias a Santi, que está al loro, nos hacemos unas fotos con la linda gasolinera. Ella nos dice en inglés que está acostumbrada a que se hagan fotos con ella. Madre mía, no me extraña, ¡debia ser la holandesa más guapa de todo el norte del país! Pocos kilómetros más tarde paramos, esta vez sí, para echar gasolina en una estación Texaco. Como de costumbre, me lio con tantos carriles y me meto a la gasolinera por el carril bici. Bueno, no pasa nada, solo unas risas.

Minutos después, al llegar a Assen, vemos ya cientos de motos, aparcadas o circulando. Claro, no podía ser de otra manera. Vemos el ambientazo y pensamos "¡Teniamos que haber llegado un día antes!". Cerca del circuito vemos los campings llenos a reventar y la gente que pulula por cualquier sitio. Justo antes de entrar por una de las entradas a la pista tenemos que esquivar a un tio que va caminando por la carretera arrastrando una barca hinchable con remos, ¡vaya estampa! ¿Estaria buscando el mar? No pasa nada, aqui hasta los borrachos son majos. Entramos por una de las salidas sin querer y nos metermos hasta la cocina, hasta la entrada al paddock. Pero antes... no sé cómo ni por qué pasamos por una pista asfaltada con peralte que teiene toda la pinta de ser parte del viejo circuito. ¡Qué pequeña sorpresa! Casi dan ganas de descolgarse ja,ja. Dos minutos después, aparcamos y nos quitamos los cascos. Queremos ubicarnos y hacer las primeras fotos. Enseguida vemos a Uccio, el amiguito de Valentino, con un scooter, hablando con un grupito. ¡Este sí que vive bien, y sin jugarse la vida como su jefe! Llamo a mi vecino y nos dice donde se encuentran pero estamos tan desubicados que nos vienen a buscar con sus motos. Luego nos tomamos unas cervezas junto al edificio que hace de museo y más cosas. Nos comentan que aprovecharon sus pases de paddock para ver a Crivillé, Noyes, Nieto y las chavalas de TVE, ahhhh, ¡qué envidia! Regresamos al pueblo y empezamos a descubrir el ambiente festivo que reina allí. Carpas con conciertos, puestecillos que venden de todo, camiones de "Guitar Heroes", etc, etc. Luego, ya toda la panda al completo, recorremos las calles de Assen al tiempo que descubrimos más cosas. El desfile de la banda municipal (supongo), los camiones con la música a tope y las chicas bailando, algunas motos para pruebas de aceleración, etc, etc, mucha gente, mucho ambiente, seguimos caminando intentando no olvidar ¡¡dónde hemos dejado las motos!! Para cenar hay tantas opciones que nos hacemos un lío. Al final, algunos optamos por sentarnos en una terracita y, sorpresa, descubrimos en la carta del bar un plato que se llama "TT Plate". Los cuatro lo pedimos, somos facilmente influenciables.

Después de cenar buscamos a la panda pero no damos con ellos. Resignados nos vamos para el hotel. Habiamos aparcado donde se dejan las bicis. Alguna aparece encima de alguna moto, no problem mientras no me rayes nada. Dejo unos guantes, medio escondidos, en la moto de Oscar (se los había guardado en mi baúl). Luego me contó que no los vió hasta llegar al hotel, vaya tela.

Llegamos a las habitaciones con ganas de que pase rápida la noche, mañana será un gran día... ¡sábado de carreras!, entraremos al circuito y, gracias al padre de Santi, tenemos dos asientos en la tribuna TT World, genial. Mientras cierro los ojos me pregunto: ¿lloverá mañana?

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GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...