Regresión positiva (toma 2)


Después de una primera jornada esencialmente urbana, tocaba probar la XJR en otro escenario más atractivo, concretamente en carreteras de curvas con asfalto decente. ¿Como se comportaría esta preciosa classic muscle-bike apurando sus prestaciones? pronto lo sabría... todavía me quedaban varias horas con ella y el cielo pintado de azul venia escoltado con una agradable ausencia de viento. Llegaba el momento más deseado. Por otra parte, no daba tiempo para meternos por comarcales de cabras ni de probarla por autopista, aunque esto último no me preocupaba mucho, imaginaba que su suave motor empujaría perfectamente kilómetros y kilómetros, eso sí, contando con las singularidades propias de motos sin carenado pero gran cilindrada. Antes nos cansaríamos nosotros que ella, seguro...

Por cierto, este modelo de Yamaha está englobado en la familia Sport Heritage (junto a la custom XV 950 Bolt, la SR400, etc) y algo que nos preguntamos cuando salió fue si presentaba muchas diferencias en comparación con el modelo anterior de XJR... El motor, que yo sepa, no ha variado. Seguramente la última modificación importante fue la del año 2007, cuando se incorporó la inyección, por lo demás solo podemos decir que es el "viejo" propulsor de aire, con una estructura clásica DOHC, con tanto par como imaginarás cuando recuerdas sus 1300cc para unos  comedidos 98 CVs declarados... pero vayamos al grano...

Salí en compañía de Pedro y su flamante ER6 camino a San Martin de la Vega. Alli echamos sopa en una de las que patrocinan a Marc y a Dani. El depósito de la XJR no es muy grande, no llega ni a quince litros. En el anterior modelo la capacidad era mayor y más lógica. De las pocas pegas que le pongo a la moto por el momento. Hasta esa mañana no habia reparado en su consumo, imaginaba que durante aquellas horas tendria buena constancia de ello..., me quedaba corto con ese pensamiento.

Dejamos atrás el pueblo y comenzamos a rodar por las curvas suaves y con visibilidad que nos llevan a Morata de Tajuña. Por fortuna, al ser viernes, apenas encontramos tráfico y tampoco los peligrosos pelotones de ciclistas habituales por allí durante los fines de semana. Por fin teníamos tierra a la vista para estrujar sin miramientos el poderoso pero suave motor de nuestra protagonista. Ni un titubeo ni un bache en su curva de potencia. Repetidas aceleraciones interesantes, algunas a punto de llegar a la zona roja mientras la sonrisa del día anterior crece bajo la visera. Las glorietas que me encuentro son perfectas para probar en serio los frenos, primero en linea recta, luego, apurando de verdad, con la moto tumbada unos cuantos grados. Para no llevar pinzas ni bomba radial solo puedes decir que la frenada es estupenda y es un dato muy importante porque esas inocentes pinzas tienen que parar muchos kilos. Pruebo el trasero y me llevo otra grata sorpresa, es potente y dosificable, nos puede salvar de algún apuro aparte de servir de timón cuando toque, otro acierto de esta moto. Dejamos esas primeras pruebas de "dragsters" y, mientras el terreno se hace por fin más abrupto, empezamos a evaluar su estabilidad y su agilidad...

Cuento con la ventaja de conocerme la carretera. Antes de llegar al desvío que nos llevará a Chinchón y sus curvas más lentas y complicadas, apretamos un poquito mientras noto lo bien calzada que va la "Gordita". Pin pan, pin pan... la agilidad es abrumadora, algo desconcertante, a pesar de las inercias a partir de cierta velocidad. Su estabilidad me deja con cara de tonto, ¡no se altera!, es cuestión de mirar y apuntar.., o no apuntar bien y rectificar, no problem..., sobre raíles. Curioso, con la novedosa y potente GSX1000S de Suzuki me quedé alucinado de muchas virtudes de ese bonito pepino pero no de su estabilidad...

Volvemos con la de los diapasones, sí, ágil y estable, divertida. No hablo de la diversión pura y dura de una deportiva de alto nivel pero sí de otra diversión más atemporal, más conocida, más "humana"... Sí, entre unas cosas y otras parece que esta moto es, realmente, una máquina muy manejable en carretera abierta también, mucho más de lo que aparenta en parado, por ejemplo, moviéndola en la acera. Seguimos medio emocionados mientras intento jugar con el cambio... ¿podré pasar esas curvas en tercera, incluso en cuarta? pues sí, un toque de gas y la moto responde desde abajo, sin dudas, sin vibraciones... insisto, en todo lo que os he contado hasta ahora, varias veces y no encuentro ni una pega... El par motor es tan generoso que si quieres, como se suele decir, te puedes olvidar del cambio. Llego al desvío que nos llevará a Chinchón y paro unos minutos mientras observo los bonitos relojes analógicos con clásica satisfacción interna. Percibo con dificultad el sonido casi inexistente de su motor refrigerado por aire (recuerdo de nuevo este "detalle" anacrónico). Sigo quejándome mentalmente de que el manillar es muy alto para mi gusto...



Insisto, al relentí apenas vibra, su escaso sonido casi me hace creer que se ha calado... ¡qué tonteria! Metes primera sin oír el típico "clonk" (tampoco lo hizo en frío), otro interesante detalle. Reanudamos la marcha sabiendo que ahora las curvas son mas cerradas, muchas ciegas, y con desnivel, una zona muy conocida para los moteros de Madrid, como ya dije antes. Como no hay tráfico te puedes concentrar en tus trazadas. Normalmente en segunda es suficiente para abordarlas con una más que notable precisión. Con mi Fireblade lo haría peor, sobre todo por la posición y por el manillar, pero con esta negrita, ¡como ayudan esas palancas...!.. cuando toca porque, insisto, mucha veces no hace falta hacer palanca, una mirada y un movimiento de cuerpo y la moto se endereza o se tumba casi dócilmente, obediente, ah, claro, que Yamaha siempre fue y es famosa por sus buenos chasis, ¿verdad? será eso...

Al final juegas con el cambio para "darte vidilla" y apurar un poco. Por cierto, un cambio bastante preciso, con el recorrido justo, ni de moto de carreras ni de moto-vacas... Los que conocéis estas curvas sabéis que algunas son realmente puñeteras, a la par que bellas en otros tramos, dónde siempre sobra el maldito guardarraíl y una lógica prudencia aconseja no apurar más de lo racional, acorde al nivel de cada uno... porque la moto siempre me demuestra que va un paso más, que aguantaría manos más expertas en este delicado circuito de colinas. La distancia al suelo es amplia, permite una tumbadas de alucine si te cuelgas un poco de los puños. Hacemos algunas fotos "dinámicas", Pedro se esfuerza pero mi cámara es una "patata" y por mucho que repito la misma curva o salen movidas, o lejanas o algo desenfocadas, vamos, que no nos coronamos hoy como fotógrafos, una pena, nos hacia ilusión... os tendréis que fiar de mis inocentes palabras me temo.

Llegamos agradecidos hasta la primera glorieta del famoso pueblo madrileño. Sin duda, hay una primera verdad global que resume bien este modelo: es una moto noble, manejable y divertida, ¡quién me lo iba a decir la primera vez que vi una foto suya!... y escuchando los comentarios de propietarios del antiguo modelo creo que Yamaha lo ha conseguido: la ha mejorado.


Hoy en la plaza del pueblo no hay burritos dando paseos a jóvenes jinetes, tampoco vemos muchos turistas, solo furgoneta de reparto, algunos lugareños, los lógicos hosteleros y dos tipos con cascos, esos que han aparcado dos motos con personalidad a escasos metros, y de color negro malote... Tomamos unos refrescos sin apenas acompañamiento mientras repasamos situaciones y arreglamos un poco el mundo. Las motos están legalmente aparcadas en unas plazas de parking que han habilitado hace pocos meses, cerca del centro, para las motos. Cualquiera de allí, o de fuera, sabe que muchas pasan por el pueblo los fines de semana, tanto por lo que ofrece la localidad como por las carreteras que rodean su ubicación. Cuando nos ponemos el casco volvemos por otro camino, por Titulcia, otra vez curvas más suaves y tramos de media y alta velocidad. Rodamos en tercera y cuarta casi todo el rato.. cuando meto quinta en las zonas rápidas apuro de verdad y, de nuevo, el motor obedece sin titubear hasta la zona "comunista" del tacómetro. Quizá si sonara más daría mayor sensación de velocidad pero no es así... vigilo también el velocímetro y solo me preocupa una cosa: que no me cace ningún aparato del mal (por lo demás me lo estoy pasando pipa). Meto algunas reducciones serias pero la rueda trasero apenas se inmuta. Cierto que esta moto cuenta con cierto freno motor, lo cual ayuda lógicamente a parar su tonelaje, pero lo que me maravilla es que sigue siendo una conducción suave y fluida, que me recuerda a nakeds de menor cilindrada de hace diez o doce años, por ejemplo, una referencia que recuerdo bien...Y la palabra "divertirse" entra en acción en mi corazón con esta moto, ante todo y sobre todo, porque con mi actual Fireblade, con casi 120000 kms, pocas veces puedo estirar en carretera abierta sus marchas largas hasta zona roja, con la XJR sí se puede, es una moto más "humana" y amigable que cualquier deportiva seria, claro, más comedida, más "procesable", y a mi eso también me sube la adrenalina, ¡se nota con más cercanía y salud los molinillos bajo tu culo!

Seguimos probando los frenos, el delantero con dos dedos es suficiente, el de atrás frena tanto que a veces parece que va a clavar. Este modelo no incluye opción con ABS. Me parece correcto. Para motos modernas con inventos modernos ya tenemos muchas en cualquier catálogo, seamos "atrevidos" y aventurémosnos sin ABS. He endurecido un punto la horquilla y se agradece, de atrás no puedo más que elogiar los dos amortiguadores a gas, ni un bamboleo, aunque me quedo con las ganas de "toquetear".. el caso que están en ese punto intermedio entre confort y deportividad.

Llegamos a meta con otra sonrisa... aunque se tuerce unos segundos cuando veo que estoy ¡¡en reserva!!, vale que hemos apurado el motor pero muchos kilómetros no se puede decir que hayamos recorrido.. pues sí, amigos, entre que el depósito es pequeño y que es un motor "antiguo", doy fe que si lo llevas con alegría casi ves bajar la aguja del nivel (simbólicamente) en marcha cada minuto, bueno, ves bajar los cuadraditos digitales en todo caso... Acudimos a otra estación de servicio mientra me pregunto por tercera vez en dos días porqué no metieron más capacidad a esta bonita "cantimplora"...

Moto para lucir y posar, sin duda, en parado también nos habla... atrae miradas, fotos en blanco y negro quedan de maravilla por cierto, casi las pide a gritos. Sí, claro que esta moto no está sola en el mercado, tiene algunas competidoras directas, muchos tendréis en mente cierto modelo de Triumph que es preciosa y, seguro, divertida. Hay otras, claro, también la Honda CB1100 EX, que pesa 20 kilos más y lleva bonitas llantas de radios, entre otros datos, pero qué quieres que te diga, intentando ser objetivo a pesar de que es complicado, me atrevo a decir que la Honda no es tan divertida, me apuesto los dedos del freno delantero si me tientas...

Otro asunto. En mi opinión este tipo de motos modernas retro quedan mejor, quedan homogéneas con pinzas de frenos convencionales, con horquillas convencionales, y ya puestos, con depósitos en forma de lágrima... Cuando veo la preciosa Triumph me aturde ver esas pinzas radiales, esa horquilla invertida... me parece una "interferencia", una mezcla demasiado descarada entre lo clásico y lo moderno, hasta me parece que la resta personalidad y se queda en tierra de nadie... pero, de nuevo, sobre gustos... Lo que sí es un hecho, es que estas motos también frenan bien con un sistema de frenos eficaz pero clásico y con una horquilla convencional de calidad... no son ni están concebidas para hacer carreras.. en teoría, claro... dudo que la mayoría de futuros de usuarios se queden por encima de las prestaciones de estas motos tan bien estudiadas. Y hablando de la XJR me gusta todavía más la versión Cafe Racer, aunque sus semi manillares sean criticados por algunos.. pero yo vengo de una R pura y lo poco que he probado esa versión (en parado, ¡cachis!) no me ha parecido tan radical... Esa versión especial tiene todavía más personalidad pero es más cara. Incluye una controvertida cúpula, otro escape más rabioso (o al menos, sonoro, ¡un Akra!), el colín y los mencionados semi manillares, para mi, casi la moto perfecta para uso polivalente.



Y concluyo con aquel avancé que publiqué.. ¿Hay motos modernas para los que pasamos de los 40? (con todo lo que esa barrera supone...) Seguro que muchos modelos así lo parecen, así son o así lo intentan... pero a veces las apariencias engañan... y aunque lleguen a ese público no excluyen a otro más "quemao". Sí, la pasión no sabe de edades... ni de kilos ja,ja... ¿Cómo puede ser tan divertida una moto con ese peso, con ese chasis clásico doble cuna, con dos amortiguadores, sin horquilla invertida, sin frenos radiales (ni ABS) y gastando más gasolina que un Cadillac? quizá porque, sencillamente, es una moto muy bien parida, Yamaha style! Sí, me ha gustado la "gordita tebana", más de lo esperado, pero no creo que me la regale los japos por publicar este post, ja,ja... dudad de todo y no me hagáis mucho caso, si la probáis cada uno al final tendrá su propio análisis redactado por su cabeza y, sobre todo, por su corazón. Todavía quedan motos con alma en venta...

No hay comentarios:


GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...