Angel resucitó el Jarama


Llegaron los homenajes a Angel Nieto. Inevitables, merecidos, esperados, llenos de humanidad y respeto, esas virtudes que suelen identificar, por fortuna, a la mayoría de los motoristas. Aunque algunos odiaban a nuestro campeón (en muchos casos, imagino, fruto de la envidia, ese pecado tan español) la mayoría de aficionados y profesionales le queríamos y le respetábamos; así se ha demostrado en las calles y en multitud de eventos y reuniones motociclistas recientes. Más allá del habitual postureo que reina ultimamente en el mundo de las dos ruedas (las redes sociales es lo que facilitan...), insisto, se notaba en el ambiente el cariño que profesamos muchos por la figura del pluricampeón, tanto por su faceta deportiva como personal. 

Por nuestra parte, los Luises nos perdimos el homenaje dedicado al maestro en Zamora, con motivo de una nueva edición de la exhibición de clásicas que organizan con esmero los amigos de la A.M.Z (asociación de la que Nieto era Presidente de Honor). Pensamos en esos días en la siguiente oportunidad, y ésta llegó pronto. La familia Nieto comento que en septiembre quería celebrar un homenaje de altura, y así fue. Llegó ese día señalado, el sábado 16 de septiembre, y unos cuantos miles cumplimos. Se celebró en el centro de Madrid y luego en el circuito del Jarama, ¡su Jarama!, ¿qué mejor escenario? para mi no había otro posible.


Fue alli, en septiembre de 1971, donde se fraguó su leyenda, cuando las motos saltaron a las primeras páginas de los periódicos y su nombre dejó de ser coto exclusivo de los aficionados. Aunque ya habia sido campeón del mundo, un todavia bastante desconocido zamorano afincado en Vallecas se jugaba dos títulos en la misma jornada, 50 y 125. En la categoría más pequeña, como muchos sabréis, cayó luchando con Jan De Vries, perdiendo el titulo. Se hizo daño y paso por enfermería pero cuando vió que el público congregado en el circuito comenzaba a marcharse subió a la torre de control y aviso por los altavoces que saldría en 125. ¿Os imagináis algo parecido en estos tiempos? ¡imposible!.. Y Nieto, una vez más, cumplió. Salió a carrera con su Derbi, donde se jugaba el titulo con Barry, y ganó el campeonato (el británico tenía más puntos brutos pero no más netos). Mil veces se ha dicho (y visto en imágenes) como el director de carrera (el famoso "Cauca") de la alegría y emoción soltó la bandera de cuadros corriendo hacia nuestro héroe.. hay varias versiones, pero se entienden perfectamente... en un mundo menos programado, marketinizado y clasificado podían verse actitudes espontáneas y no darlas mayor importancia. Ese día mi padre estuvo allí, como tantos, y siempre me cuenta que el Jarama estaba en el delirio, ¡jamás había vivido una jornada así de intensa, ni siquiera dos años antes, cuando Santi ganó el GP de 250! (sin duda, todo un hito histórico pero deslucido por la lluvia que cayó aquel día). Nieto comenzaba su leyenda en vida, el motociclismo español empezaba a asomar la cabeza de una vez.

Diez años después, diez, como si fuera una "casualidad" del calendario o del destino, en octubre de 1981, con motivo de la magnífica prueba "Banco Atlántico", el zamorano de nuevo hizo vibrar el Jarama, con la novedad de que otras generaciones más jóvenes pudimos vivirlo esta vez en directo. Era una prueba no puntuable, a final de temporada, llena de figuras de 500, y Nieto salió en carrera con una Suzuki prestada por su amigo y campéon del mundo, Lucchinelli. En aquella memorable jornada también compartía parrilla con Barry Sheene (y esta vez fue el inglés quién gano a todos en ambas mangas).


Pero volvamos al presente. Han pasado dos meses largos y aún me cuesta de creer, tanto su desaparición como el homenaje que vivimos en Madrid. Ya escribí en otro post que algunos pensábamos internamente, sin darnos cuenta, que el 12+1 era alguien más o menos inmortal. Que no podía desparecer de nuestras vidas, basicamente porque siempre estuvo por ahí, como la Luna o el Sol. ¡El ya era famoso y corría cuando nosotros estábamos aprendiendo a montar en bici! Otros muchos campeones se habían ido pero Nieto, además, parecía imperturbable al tiempo: su pasión y su carisma seguían intactos, al menos en mi opinión, solo había que escucharle. Podías estar a favor o en contra de sus ideas o comentarios pero el tio destilaba pasión y honestidad, era directo. Pero a la realidad no le importamos nada. Suceden miles de cosas que no entendemos. Y las muertes absurdas están a la orden del día. El zamorano-madrileño se fue... pero en cierta manera, sigue entre nosotros.

Sábado 16. Acababa de reparar la Infinita un par de días antes (se calentaba en exceso, cambiamos el termostato, etc) y no me hacia demasiada gracia meterla en atascos pero la ocasión era inevitable. Encima, para más gozo, me aviso mi amigo Juan de Albacete, ¡se apuntaba al homenaje! Como es un veterano gran aficionado le comprendí perfectamente. Se pegaría el megamadrugón para llegar a tiempo pero merecía la pena, seguro. Por otro lado, el bueno de "Hondi" me avisó días antes para preguntarme si quería llevar una de las 90 banderas que iban a preparar para el evento (una por victoria en GP del protagonista). No soy muy amigo de banderas pero la ocasión y el homenajeado merecían todo detalle y contesté que sí. Así que, Juan, Hondi, la bandera y yo quedamos en la mítica Boutique Motor, en Moncloa, a eso de las 11 de la mañana. Cuando llegué a la mítica tienda madrileña (a la par del hijo del "Cheli", Antonio Herrero, subido en su famosa Triumph) ya estaban allí congregados un montón de moteros y amigos, entre ellos, Chelo y Gustavo, Hondi...

Poco después arrancamos la moto y nos dirigimos, Juan y yo, hacia el Paseo de la Castellana. Bajamos por la calle José Abascal, bandera al aire, observando a cada minuto más motos por la zona. Llegamos al Bernabeú (al parking) a una hora "prudente" pero ya había una increíble masificación de motos y gente. Se antojaba que la jornada sería histórica, no me equivoqué. Yo seguía observando la temperatura del motor pero nada se salia de madre (no puedo decir lo mismo de alguna R que llevaba delante, precisamente, que empezó a chorrear sin pudor). Aparcamos cerca del estadio y empezamos a ver gente conocida, cómo no. Primero vimos a Rosa, Alvarito, Mayka, Miguelón, Juan, Puli, etc, y luego nos encontramos con LydiaTT, Javi y nuestro Oscar, que por una vez, sacaba su Gixxer del garaje. También vimos a Bego y Sergio, los indios, entre otras caras conocidas. (Lástima que el Mudo ya tuviera otro evento comprometido con antelación y que, finalmente, no pudieramos ver a nuestra campeona de sur, Paloma Uceda, pero era muy dificil dadas las circunstancias, ¡hubiera sido bonito juntarnos los tres!, con ella en especial me hacia ilusión pues han pasado muchos años desde la última vez... verla ahora junto a su R6 roja, "su categoria" y "su marca", hubiera sido fantástico. Esperemos que, en breve, encontremos otra ocasión.)

Mientras tanto, MovistarTV, en su cabina, comenzaba un especial en directo que duraría mucho más tiempo del planificado. Enseguida, al otro lado del parking, sobre el escenario que se montó, aparecieron multitud de personalidades de las dos ruedas, basicamente, los pilotos españoles de MotoGP, también Agostini, CrivilléValentín Requena... y por supuesto los Nieto (los tres hijos, Belinda y el sobrino DJ), incluso Ezpeseta (el CEO de Dorna, principales organizadores del evento, felicidades por el mismo). La mayoría, micrófono en mano, desglosaron grandes palabras sobre el maestro... Nos emocionamos un poquito, como algunos de los presentes sobre la tarima, y es que no era para menos. Normalmente solo valoramos en su justa medida lo que tenemos cuando lo perdemos. Y aunque las exageraciones también son habituales cuando sucede algún óbito, en este caso, creo, no se produjeron. Agostini confesó que dudaba que el día que le toque a él ser homenajeado se reúna tantísima gente en el mismo sitio. Y es que el panorama fue, sencillamente, increíble Todavía llegaban motos, grandes, pequeñas, muchas del centro, otras muchas de lugares dispares de la península, simplemente hermoso y gigantesco. Casi puedo asegurar que no he visto tanto mogollón de motos juntas en mi vida dentro de una ciudad... Después de los parlamentos, los presentadores pidieron un minuto de silencio pero, al final, se convirtió en un minuto de acelerones y aplausos. Sí, como seguramente le hubiera gustado al homenajeado.


¿Qué tocaba luego? pues antes de que fuera muy tarde algunos "miedosos" arrancamos las motos y nos pusimos camino al Jarama. En nuestro caso, creo que salimos pronto, justo antes de la "caravana oficial" pero disfrutamos de lo lindo, sin atasco y muchas gente apostada en los puentes de la A-1 saludando a los motoristas, ¡qué bonito! Entramos sin problemas al parking oeste del circuito (cerca de la curva Fangio) y dejamos la moto cerca de la salida pensando en la vuelta... Nos fuimos andando hasta nuestro querido "Super7"... y acertamos de lleno... Delante estaba la pantalla gigante y el escenario donde pasarían los invitados. Una vez más en nuestro querido y un poco denostado circuito madrileño... Qué hermoso lugar, sus trazadas siguen conservando su belleza, lástima de asfalto poco conservado... La última vez que estuve allí fue al día siguiente de la trágica noticia, cuando se abrió un pasillo para poder presentar nuestro respeto en el monolito que reposa en Farina dedicado al 12+1. Aquella soleada mañana eramos pocos, muy pocos los que estuvimos por allí... el 16 de septiembre era todo lo contrario. De hecho comentábamos al finalizar la jornada que no habíamos visto tanta gente desde el último Gran Premio celebrado allí, en 1998.

Y así fue... Poco a poco fueron llegando cientos de moteros, algunas conocidos más como Rubén y Roberto, volvimos a juntarnos con Javi y Oscar que también tenían claro a qué parte del circuito debían conducir sus pasos. Enseguida, junto al monumento habitual del 12+1, los diversos pilotos (aparte de los mencionados antes, había otros como "Pana" LavadoSeteSito Pons, etc) fueron  presentados y fueron depositando, en orden y por parejas, un ramo de flores. Echamos de menos en ese escenario y en la entrega floral a Nani ("El Ranita"), juraría que no fue uno de los citados... o al menos yo no me enteré... pero juraría que no estuvo entre el elenco de pilotos que estaban presentes en el acto, aunque sí estaba en el circuito (lo mismo puede decirse del "Trompa"). Imagino que Dorna tenia claro que solo tendrian visibilidad sus acicalados pilotos... Si es así, como creo que fue, me parece una desfachatez que no comprendo. Si realmente estuvieron entre ellos, avisadme por favor para rectificar. (De todas formas, estas ausencias no deberían sorprenderme... Cuando se inauguro la curva Santiago Herrero en el circuito de la Torrecica, el mítico Esteban Oliveras no fue invitado a estar junto al monolito en la inauguración y vio el acto, como nosotros, desde la grada, al otro lado de la pista. Eso sí, algún que otro cantamañanas sí chupo cámara aquel día. Made in Spain...)


Mientras degustábamos unos sabrosos bocadillos de jamón (¡gracias Juan!) descubrimos que, a partir de ahora, la curva Farina pasa a llamarse como nuestro campeonísimo. Luego llego las emotivas vueltas con las motos históricas, esas Garelli y Derbis de Angel, pilotadas por Gelete y Pablete... y todos los invitados en otras monturas más modernas. Marquéz fue el primero que vi quemando rueda frente a nosotros, ¡único este chaval!

Nuestro Jarama fue una fiesta, sí, como le hubiera gustado al maestro, ¡seguro! Un día y un homenaje que, estoy convencido, todos los presentes tardarán en olvidar... si es que lo olvidan. Me sentí feliz al ver que los hijos de Angel se emocionaron y fueron testigos de la admiración que había suscitado su padre durante estas décadas. Lo sabían de sobra pero, juraría, no esperaban una respuesta tan emotiva y sincera. El campeón nos dio mucho en vida, qué menos que agradecérselo... todo fue mérito suyo, incluso que su pista volviera "a la vida" aquel sábado.



Sí, porque como dijo Juan, sabiamente, mientras caminábamos para encontrar nuestras motos en el parking, "Nieto ha resucitado el Jarama". El campeón que con su tesón, valentía y astucia tanto nos enseño recorre ahora los cielos junto a sus amigos, estoy seguro. Mientras, aqui abajo, no lo olvidaremos. Va por ti, maestro. 12+1 Forever!





GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...