La huella del campeón...


Desde que tengo uso de razón ninguna pasión me ha enamorado más que la que siento por el mundo de la moto. No solo por ellas, nobles y hermosas, sino por las historias de valentia y superación que he podido observar y vivir desde niño. Los pilotos eran y son mis héroes. Sobre todo los modestos en medios. Gladiadores de los tiempos modernos,  jinetes valientes que luchan y aceleran todo lo que pueden espoleados por el brillo de sus corazones, por su infinito espiritu de superación... Hace escasos días fui testigo directo otra vez. Pocas, muy pocas cosas conozco en este mundo que igualen esa generosidad con uno mismo y con los demás porque la fragilidad y la futilidad de nuestra condición humana nos hace realmente grandes cuando desafiamos al destino agachados detrás de una cúpula a toda velocidad. Que algunos sigan luchando contra las adversidades intentando ser mas rápido en cada vuelta de la vida "simplemente" es admirable y todo un ejemplo para el resto de mortales. Dentro de su grandeza, lo más agradable quizá sea que esos héroes, además, son personas de carne y hueso, la mayoría muy cercanos. Si la vida algo nos ha enseñado es que los más grande suelen ser personas sencillas y humildes.

Volvimos a La Bañeza el pasado domingo día 20. En el 2016 no asistí. Nos habian mareado tanto con el tira y afloja entre moto club y ayuntamiento que hartaron la paciencia de unos cuantos fieles, entre ellos yo mismo. En el 2015 lo pasamos bomba a punto de clasificarnos en 250 y ese era mi ultimo recuerdo, un recuerdo tirando a dulce porque aunque no alcancé mi objetivo de ser uno de los treinta privilegiados para salir el domingo en carrera sé que lo di todo para lograrlo. Pero no escribo este post para hablar de mi sino para hablar de un piloto de verdad, o mejor dicho, de un pilotazo que iba directo al Mundial pero que las zancadillas y la falta de dinero obstruyeron su camino, un tio enorme como persona, mi amigo Manu Varea.

Al igual que en el 2014, cuando corrió con una Bultaco que parecía empeñada en hacerle la vida imposible con todo tipo de problemas y roturas, esta vez no todo estaba "encarrilado", en todo caso teniamos motivos extras este agosto para subir al pueblo leonés. Manu volvia a correr en la meca de las urban races, esta vez en la categoria más rapida, la de Moto3/125. El día que me lo dijo me alegré y me sorprendi a partes iguales, pero sin duda era una gran, gran noticia. Cierto es que ha sido todo un poco precipitado y que la moto que inesperadamente han conseguido, una Honda RS 125, no llegaba en las condiciones competitivas que supuestamente atesoraba en su motor (el kit que anunciaba), por culpa de algún caradura que vende lo que no tiene o lo quita en el útimo momento. Así es este mundo, mucho hijo puta queda suelto e impune... Pero a pesar de esa piedra gruesa del camino, Manu y toda su cuadrilla (comenzando por su familia, claro) han vuelto a hacer magia, desde conseguir una furgoneta para poder llegar a tierras leonesas hasta redondear toda una emocionante jornada de domingo. Han vuelto a sacar agua de donde casi no habia, Manu ha vuelto a pasar de piloto retirado a pilotazo en activo en dos días, de activarnos a todos sus amigos por el camino, y de volver a demostrarnos que el que tuvo... ¡retuvo!

Todos sabemos que desde que corren las Moto3 en La Bañeza, por tracción y par motor, son más competitivas que las gloriosas, y ya casi de museo, 125 que se atreven a desafiarlas. Los tiempos modernos son así. Estamos dejando atrás una hermosa categoria, el octavo de litro, motores de agujeros, esos que se podian carburar, entender, con las que se puede hablar, las que permiten deleitarnos con su humo azul, con su olor eterno, esas motos complicadillas que requieren manos de  pianistas... que suenan de verdad a motos de carreras y no a aviones o tractores... Ahora las que ganan son las Moto3, unas motos mas efectivas y más faciles de conducir pero con menos alma. Es todo un ejemplo de la diferencia de unas y otras el número de cambios de marcha que hay que hacer por vuelta (las 125 requieren muchos más, claro). Solo en un lugar tan emblemático como en la La Bañeza podriamos verlas y disfrutarlas. La máquina del tiempo que tantas veces vivimos en el mundo de las carreras de clasicas aqui encuentra su máxima expresión. Aqui todavía podemos ver como se carbura una moto de carreras, ¿quién puede ver eso en un circuito permanente de una prueba moderna?

Pues con este panorama llegaba Manu y su cuadrilla, bien asistido por su amigo Eduardo Segarra, intentado adaptar una RS125 muy bonita pero que no habian tenido ocasión aún de probar en pista. Todo un debut, algo precipitado, sí, pero la ocasión no se podía desperdiciar. De parte ciclo aceptable, aunque con tiempo se hubiera tenido que cambiar el aceite de las barras, revisar el amortiguador, etc, frenos aceptables y ergonomia mejorable (Manu es muy grande también fisicamente).. pero el motor, como deciamos, algo flojo. Ya lo sabia nuestro protagonista en Valencia. Cuando, días antes, la subio a un banco de potencia se le cayó el mundo encima. Faltaban mínimo siete CVs, los que la igualiarian con las RS habituales de esa añada. ¿Qué hacer? Alguno quizá hubiera desisitido de correr pero Manu decidió hacerlo a pesar de no contar con todas las requisitos deseables. Asi son los valientes que aman el motociclismo. A veces se juegan su prestigio arrastrando en el intento una falta de medios preocupantes. Por amor al deporte, sí...

¿Qué decir de esta nueva edición número 58 de las carreras de La Bañeza? Pues que hubo más público que nunca, o esa impresión me dió. Que se notó más medios que otros años, que tuvimos grandes y hermosos homenajes, uno previsto hace tiempo dedicado a los grandes pilotos gallegos que nos dejaron prematuramente, López Mella y Dani Rivas; otro más inesperado, el del maestro Nieto. Contamos con la asistencia de sus tres hijos quienes recibieron todo nuestro cariño. Seguro que no lo olvidarán. También se inauguro la "Chicane Angel Nieto", justo la curva 1 y 2 del trazado, la que da inicio a la adrenalinica bajada después de recta de meta. Inevitable pasear varias veces por los boxes saludando a amigos y conocidos como Champi, Cuco, Quintial, Carlos, Edu, Mamel, Paco, etc, y luego dirigirnos hacia el "callejón" donde nuestros amigos valencianos (Luis, Paqui, Ricardo, Polit, etc) nos aguardaban una vez más con los brazos abiertos, mientras descubriamos la RS 125 de Manu y, junto a él, toda su maravillosa familia. Como nos vemos en tan contadas ocasiones, en la cita bañezana nos juntamos siempre con ellos para pasar unas horas agradables y recuperar tantos meses perdidos. Por cierto, ¡qué bonita la TZ de Champi!, ya tenia ganas de verla. Con los colores de Sonauto y Sarron de 1984, ahi dejo una foto del momento inmortalizado:


Increíble y hermoso el mural gigante con la efigie de Nieto que pintaron en apenas unos días en una de las paredes de las casas que bordean el circuito. Seguro que lo habéis visto, es increíble. Esas cosas solo pueden suceder alli, ¡bravo! Aquella mañana, muy temprano, tomando café en un bar de la A-6, me preguntó Oscar Haro como llegar al circuito, pequeña anécdota que iniciaba una jornada memorable, donde, como cada año, pudimos disfrutar del lujo de la compañía de muchos amigos que no vemos habitualmente, en especial la de varios Luises, que solo alli nos vemos en tan impresionante número, inmortalizándonos en una foto de grupo que empieza a ser un clásico (en la foto de abajo, de izquierda a derecha, Luis Gimenez, Luismi, Mudo, yo mismo y Luis Dios). Si en el 2015 nos juntamos sin planificarlos siete luises, este año, ante la ausencia de mi padre, nos juntamos seis al final, que tampoco es mal número (no tengo la foto de los seis, donde salia también Luis Rosón). Poco rato, por desgracia, pudimos pasar con el gran Paco Motos y con nuestro amigo navarro Edu, ¡estaban todos demasiados ocupados con sus pilotos!, lógico


Manu saldría en décima posición en parrilla, ¡buena posición dadas las circunstancias! Las Moto3 copaban las mejores plazas, como estaba previsto. Los Castillejo y Alex Martínez nos darían espectáculo, seguro. El warm up fue bien y apenas se tuvo que retocar alguna cosilla de la RS para salir en orden. Apretar mejor la quilla para que en las apuradas no tocase, endurecer un poquito la horquilla en compresión...

Llega la hora de la última carrera de la jornada, después de las exhibiciones y los homenajes. Eran las tres y media aproximadamente, el sol calentaba pero no tanto como otros años, mejor. Salimos a parrilla nerviosos.. no, mejor dicho, espectantes aunque confiados de que si todo iba bien veriamos un buen espectáculo y una buena carrera de Manu. Más tarde de lo previsto, bajó por fin la bandera y nuestro piloto salió disparado aunque perdió alguna décima debido a que la moto que tenia justo delante en parrilla titubeo un momento, ¡menos mal que no se quedó clavado!


Empiezan a tirar a muerte, mezclando en el ambiente el típico sonido de las pequeñas avispas de 2T con el de "bombardero" de las Moto3. Durante los primeros giros nuestro protagonista ya navegaba entre las diez primeras plazas luchando con otra 125, la del dorsal 12, no muy lejos ambos de las primeras Moto3. Gracias a la cámara onboard que llevaba Manu pudimos ver, días después, como en los primeros giros se los comia en algunas curvas pero, saliendo, era inevitable que las 4T pusieran metros por medio. Martínez comenzó comandando la prueba pero, en pocas vueltas, fue superado por uno de los Castillejo. Siempre lo digo, es increíble ver a los punteros de esta categoría, año tras año. Si los punteros de las clásicas van rápidos, estos chicos que hacen una vuelta en poco mas de un minuto once segundos ponen los pelos de punta (¡y lo digo yo que no tengo!). Buenas manos y motos suficientemente rápidas y ágiles para dar espectáculo del bueno, en formato "anacrónico" porque ya me dirás tú dónde podemos ver carreras callejeras donde los pilotos puedan salir y explotar la potencia de una "vieja" 125 de GP. Una vez más no está de más decir uno de nuestros "mantras" favoritos: todos los que corren en aquellas calles merecen todo nuestro respeto, algunos apenas corren en todo el año pero vuelven una y otra vez a esta cita irrepetible. Estamos ya en las últimas vueltas y Manu consigue adelantar una posición, apenas quedan unos minutos para el banderazo de meta, sí, ¡por ahi viene!, entra sexto, segunda 125 de la prueba, ¡memorable! Luego veriamos que el quinto estaba cerca pero, pensando que era un doblado, Manu no apuro para alcanzarle, ¡lástima! Aqui un resumen de su carrera, on board:


La festiva jornada está llegando a su fin. El público invade la pista, las emociones se disparan, algún acelerón justificado y muchos litros de alegría contenida por parte de los protagonistas. Y entre todos esos valientes no podia faltar la emoción de nuestro amigo que estalla en cuanto para después de dar una emotiva -también- vuelta de honor. Se abraza a sus amigos y a su mujer, la que tanto vela por él siempre, dando las gracias por nuestro apoyo y feliz de cómo ha terminado la carrera. Solo él sabe cuanto ha costado llegar a ese momento. Las gracias te las tenemos que dar a ti, campeón, por regalarnos jornadas así. Pocos minutos después, bajo la carpa, quitándose el mono ya está pensando como volver el año que viene y como bajar 3 o 4 sgs por vuelta si consigue traer la RS en condiciones. ¡Qué hambre de moto!, envidiable. Siempre nos emocionas, canalla, no falla. Nos trasmites tus ganas y tu coherencia, inasequible al desaliento. Campeón sin corona, pero campeón. Tus amigos te queremos. La huella de los campeones siempre deja marca...



El ángel de las motos nos ha dejado...



Algunos pensábamos que eras inmortal o casi. Me cuesta procesar lo que ha pasado. Punzada inesperada e injusta, golpe en el estómago, nos hemos quedado huérfanos. Un tio que voló por el asfalto durante décadas, que se libro de morir joven en aquellos peligrosos circuitos termina victima de un absurdo accidente en vacaciones. El mundo está loco, vaya racha llevamos.

Crecimos contigo y tu leyenda. Siempre detrás o delante, escuchándote o leyéndote, viéndote correr y ganar mucho antes, cuando ya eras veterano y nosotros unos crios. Siempre nos enseñaste algunos trucos, alguna treta, el valor de la lucha, ejemplos magnificos de quien comenzo desde abajo del todo, el que avanzó por el camino duro... y con las ideas muy claras. Tus viejas aventuras de adolescente me las contaba mi padre con admiración, siempre añadiendo que todo lo que habías pasado para alcanzar tu meta de ser piloto no fue soportado por otros que te acompañaron en aquellos oscuros días. Entre eso y tus hazañas en los circuitos te ganaste nuestro respeto y una enorme admiración, eras el maestro indiscutible de las categorías pequeñas y la referencia del motociclismo nacional.

No, no fuiste el primer español que pudo ser campeón del mundo, antes estuvieron Ramón y Santi pero, por desgracia, nos quedamos sin ellos prematuramente; jamás los olvidamos. No fuiste el primer español que pudo ser campeón pero, al final, lo fuiste. Y a nadie le regalan un titulo, menos 12 más uno. Algunos te han criticado duramente muchas veces y es cierto que buscaste siempre lo mejor para tu carrera deportiva, ¿quién no lo intenta, quién no quiere la mejor moto a su lado, el mejor técnico a su lado, ser el gallo del gallinero? Fuiste valiente, taimado y astuto, tanto dentro como fuera de la pista, llegaste tan lejos que muchos otros grandes campeones te veian a distancia.

Nos quedamos con tu legado, con tu historia, que fue un poco la sombra que nos cobijaba, nos quedamos con tu gigantesca personalidad, con tu arrolladora pasión por las motos, ese amor que trasmitias sin tapujos delante de los micrófonos, visceralmente, con honestidad y con autentica fervor. Me daba igual si te equivocabas de vuelta o si repetias tus frases más famosas, tu intuición y tu emoción nos hacia estar casi dentro de la carrera. Defendiste el motociclismo tantas veces, no solo para que saliera en la tele, que todos tus monumentos son merecidos.


Ahora nos hemos quedado un poco mas solos, el viejo mundo que nos crió se aleja. La tristeza y el luto envuelve al motociclismo. La nostalgia y la injusticia brillan en unos días negros para tus admiradores, para todo el mundo de la moto, lo sepan los demás o no. El ángel de las motos, Angel Nieto Roldán, ya no está entre nosotros sino en el cielo, junto a Tormo, junto a Barry, junto a Victor, junto a Torras, junto a Parlotti, junto a Nicky...y junto a Santiago Herrero, su maestro. Por fin os habéis vuelto a juntar; que los dioses os envidien y os bendigan a todos. DEP


GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...