Mis amigos trotamundos


Qué alegría silenciosa supone ver que todavía quedan "chalados" por la vida con "locos" sueños entre manos. Ultimamente algunos mortales somos afortunados: tenemos amigos que están en ello y podemos vivirlo casi como si estuviéramos en el "ajo". En paralelo, difícil no rememorar a viejos amigos y antiguos viajes casi olvidados, crónicas anacrónicas en blanco y negro, memorias que no deben desaparecer en el océano del tiempo, de cuando el mundo era analógico y los recuerdos costaban más apuntalarlos en algún medio físico.

Pero comencemos por lo más reciente. Como muchos sabéis, hace meses, en abril concretamente, Vitin nos presentó su proyecto de vuelta al mundo, solo, con su fiel "Camel" y toneladas de ilusión, preparativos y anotaciones técnicas.


El viaje arrancó según lo previsto y fuimos siguiéndole gracias a los contenidos que fue preparando y publicando en la red. En mi opinión, todo en su justa medida, porque las aventuras, cualquiera me atrevería a decir,  hay que vivirlas en primera persona, a tope, y luego, si hay ganas y tiempo, contarlas. Ese es el orden lógico y la mesura razonable que algunos apreciamos. Sin embargo, conocemos otros casos en que parece más importante la publicidad, la exposición y las prisas que vivir a flor de piel cada momento, una sensación que hace pocos años ni se concebía. Pero sigamos con el resumen de lo ocurrido estos meses. Vitin partió hacia el Este, buscando el buen tiempo además, recorriendo increíbles tramos de Bulgaria, Turquía, la siempre impresionante Irán (¿cuantos piensan que un Occidental no puede viajar por aquellas tierras del "eje del mal"?), hasta llegar a dos lugares, para mi, especiales, mágicos, casi de leyenda: La India y Nepal, incluyendo su capital Khatmandú, el paraíso de los hippies, y hasta del budismo (zona "energética" que el que suscribe esto sueña con visitar algún día). Las imágenes que nos ha brindado Vitin durante este tiempo son impagables. Y si al verlas, o al escucharle en sus vídeos, te imaginas un poco lo que ha vivido nuestro amigo encima de su moto (por fortuna, casi todo en positivo) tienes casi que notar en tu cuerpo la palpitación de la emoción de la aventura, la tensión de la incertidumbre, todo mezclado con mucha envidia y  admiración, aparte de la típica curiosidad de cualquier rutero. Sí, mucha admiración por tener la valentía de escuchar al corazón y meterte en semejante berenjenal, vender parte de tus posesiones y lanzarte a la piscina de crear un viaje personal iniciático, de larga duración, bajo tus condiciones, algo que sin duda marca la vida de cualquiera. El "detalle" de los recursos para financiar semejante proyecto no es cuestión pequeña. Salvo algunos patrocinadores técnicos, Vitin no ha contado con más ayudas.


La divulgación del viaje gracias a sus vídeos personales es estupenda. Son muy amenos, con una duración correcta, sencillos, directos y simpáticos. ¡Cuantos tendrian que aprender!, la cercanía de este hombre, esté donde esté, y su don de gentes, es admirable. Ya nos avisó varias veces que no iba solo a dar la vuelta al mundo, que el mundo está lleno de gente. Y así nos lo ha confirmado una y otra vez. Verle con semejante "jamelga" en esas poblaciones de Asia debe ser todo un show, los "fans" surgen espontáneamente y, por lo que nos ha contado, es habitual que cualquiera eche una mano. Es verdad, queda mucha gente buena en el mundo todavía, aunque desde aquí a veces cueste de creer. Por fortuna no ha tenido que sufrir ninguna avería mecánica ni ningún problema de salud en mitad de ninguna parte, pero sí ha sucedido un intermedio no previsto.

En Malasia tuvo que acudir a un concesionario para resolver un pequeño problema con el tapón del depósito. Providencialmente, allí le detectaron que tenía prácticamente quemado el embrague. Fue toda una suerte evidenciarlo allí y no en mitad de cualquier ruta. Después de echar números y evaluar pros y contras, todo derivado de una garantía internacional de BMW que algunos creemos es muy mejorable, Vitin decidió mandar en barco a casa a su fiel compañera y él mismo regresar a la piel de toro en avión. Un tiempo que ha costado la travesía de Australia pero que, por otra parte, ha permitido que nos veamos con Vitin antes de lo previsto (en mi caso dos veces). Por Madrid, nos hemos visto primero en el bar Daytona donde nos juntamos unos cuantos (foto de abajo), disfrutando de algunas anecdotas y con la oportunidad de volver a ver amigos y conocidos que no vemos a menudo. Luego, hace apenas unos días, volvimos a vernos unos cuantos, esta vez en el bar motero de moda en Madrid, Motor B, en el centro de la city. Ahora, ayer mismo, nuestro héroe voló rumbo a Argentina donde reanudará su viaje hacia el norte, Chile, Perú... EEUU será la última etapa global del viaje pero para llegar a esas tierras todavía falta tiempo. Disfrutaremos mientras tanto de sus nuevas aventura andinas. Personalmente sueño con viajar a Perú y a sus ruinas desde crio, seguro que algo nuevo aprenderé con los relatos que nos aguardan. (Puff, no me hubiera importado viajar en una maleta de "Camel" estos días...)


 El hermoso viaje de Vitin no es el único que estamos degustando. Antes de empezar el suyo, ya estamos disfrutando del que está preparando nuestro amigo Hugo Scagnetti (¡compañero de trabajo!), otro motero acostumbrado a viajar por todo el planeta y a soñar sobre dos ruedas (en moto y en bici). Su idea de hacer la vuelta Verniana al mundo en 80 días a bordo de una moto surgió después de sufrir una inesperada enfermedad que le impedía caminar. Cuando se intereso en conocer su rara enfermedad (necrosis avascular de la cabeza del fémur), de la que afortunadamente ya está recuperado, descubrió que apenas hay "cobertura" médica en nuestro país. Su viaje tendrá un elemento solidario importante porque sus beneficios (derechos de imagen) irán destinados a la investigación de esta enfermedad, con el hermoso objetivo de ayudar a los niños que la sufren. El proyecto de vuelta al mundo en una moto (always connected!) se llama "GLOBAL RIDER 360", contará con el apoyo de Movistar y Yamaha, y presenta una faceta tecnológica insólita e inédita (tecnología M2M) ya que la moto y el piloto estarán conectados y monitorizados en tiempo real por diversos sensores, aparatos y centralitas, lo cual aportará sin duda mucha información técnica para estudiar y comprender el comportamiento de la máquina y el piloto en todo tipo de  circunstancias y lugares. Hugo aunque circule solo en su moto, pretende que todos compartamos sus aventuras, día a día, gracias a las posibilidades de las actuales telecomunicaciones. Así que seguro que disfrutaremos un montón... :-)
Aparte de todo esto, que haya involucrado a Yamaha y lo haga a bordo de una SuperTénéré es un "detalle" que, particularmente, me encanta, ahora que vivimos inmensos en la "fiebre GS", como si no hubiera más motos tragamillas en el mercado. (Se notan mis gustos, lo sé, pero no diréis que no hay cierta "fiebre" germánica desde hace ya muchos años, para mi gusto una moto sobrevalorada).


Ya tendremos tiempo para profundizar en sus aventuras, proximamente. La otra noche en Motor B, junto a ellos, más amigos y nuestro querido Mudo no pude evitar recordar el alucinante viaje que, hace muchos años, hicieron José Cuervo (el hermano de Gustavo Cuervo) y Carlos en sus BMW boxer por Argelia y el desierto. No habia móviles, ni wi-fi, ni mecánicas tan fiables... tampoco grandes patrocinadores ni geolocalizaciones tan exactas. Recordamos el accidente que tuvieron y como reconstruyeron el tren delantero de una de las dos motos en un camping. Con mi padre asistí a su regreso a España, por la carretera de Andalucía, antes de llegar hasta Madrid donde les esperaba la familia y amigos de la revista Motociclismo. En aquellos días, no había muchas hazañas que seguir; si encima las protagonizaban amigos tuyos era un auténtico puntazo, como cualquiera puede adivinar. Y a renglón seguido Mudo recordó en plan resumen su aventura en Vespa a Elefantes, hace más de 30 años, viaje que he comentado en este blog en alguna ocasión pasada. Con aquellas motos, con aquellas ropas... disfrutando de la nieve, podríamos decir, porque sus fotos de aquella hazaña son sencillamente fascinantes. Recordé de pasada, intentando no gastar muchos minutos con el pasado, la intentona de mi padre en esos días con su Guzzi de viajar a Elefantes, también solo. Desgraciadamente, el clima y el hielo le dejó atrapado antes de llegar a meta. Nunca pudo volver a intentarlo, ahora lo pensamos en casa, acudir a esta cita mítica y tacharlo de mi "Debe"... vieja deuda que cumplir, sin duda. En general, a veces echo de menos aquellos sabores... pero no creáis que es nostalgia infinita, para nada, solo una memoria que aborda el presente, el futuro y también ese glorioso pasado. Nada está terminado, nada queda obsoleto. Todavía tenemos esperanza de nuevas aventuras. Gracias a trotamundos como Vitin o Hugo, todavía queda tela que cortar y aventuras que disfrutar... aunque no estemos encima de otra moto, junto a ellos. Algo que me encanta de estos dos ruteros es su mentalidad. Piensan y sienten, cabeza y corazón, todo bien mezclado. Preparan las cosas pero no temen los imprevistos, que llegarán, por supuesto... Todo esto me recuerda en ocasiones viejas ideas que hay que regar con mimo o se secan inexorablemente con el paso del tiempo. Basicamente se resumen en tres palabras: preocupaciones las justas.


Mañana me voy con Julito y mi padre de viajecillo a Pirineos y no he mirado el tiempo, como cuando era joven, como cuando era practicamente inmortal (sic), cuando no planeábamos en exceso "medidas de contigencia", cuando, casi siempre, era fácil y "obvio" salirte con al tuya... Este viajecillo no es una aventura, desde luego, pero me sirve de ejemplo para recuperar tono... La diferencia es que de joven ignorábamos esos posibles problemas por puro desconocimiento y falta casi absoluta de preocupación, ahora es por decisión, cocinando la receta que venia con nosotros al nacer (opino que nacemos con esa naturalidad benigna que perdemos con los años, cuando generamos o vemos problemas incluso dónde no los hay). En resumen, ni ser un temerario ni rozar la excesiva prudencia que conduce a la cobardia, dejar un poco de margen para todo, incluido la locura sana de la aventura. Poco más nos queda sin programación en este mundo moderno... 

Vitin, gracias por tu pasión, amigo, gracias por darnos otro ejemplo memorable, gracias por hacer que el motociclismo sea todavía el barco ideal para los pocos piratas que quedan en la Tierra. Hugo, te seguiremos de cerca, ¡se presenta apasionante tu insólito viaje! ¡Buena ruta para todos!





No hay comentarios:


GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...