Otra vez en el Jarama (crónica intrascendente de un paquete)

Doy mi palabra, por Barry y Mick, que no tenia intención de crear este post. Si ya de hecho un blog es algo egocéntrico (en mi opinión) si encima cuentas gilipolleces que no son nada del otro mundo... pues apaga y vámonos. Asi pensaba ayer y asi pienso hoy pero varios amigos (de los buenos, que igual te animan que te critican con motivo) me han insistido en que la mini-crónica que les envié por mail ayer martes era divertida y que debia publicarla aqui. Pues nada, no lo entiendo del todo pero ahi va. Aviso que no cuento nada excepcional, todo lo contrario, hay miles de aficionados que podrian contar tandas más interesantes, más racing, más espectaculares...
En fin, ahi va el brasas con su mail matutino de ayer. Solo he cambiado alguna coma, alguna palabra extra (para mejorar la comprensión de alguna frase) y algún simbolo que estaba mal puesto en el texto original. Si tenéis aspirinas no está de más que...

---------------------------------------------------------------------------------------------------
Wenos días nos de Paris Hilton con placer...
aprovechando un mail del polaco loco, je,je, y como no tengo ni puta gana de currar hoy, os contaré mi experiencia de ayer en el bendito Jarama, emblemática pista donde, como sabéis, quieren construir pijerias varias que den muchos duros a unos cuantos buitres de traje y corbata.

Pues nada, después de un atascón de 50 minutos (por lo visto, huelga de Cercanías) llego a la gasolinera Galp del kilómetro 26, donde mi padre apenas lleva un minuto con la Fazer: también se ha chupado un atasco premium por la m40. Repostamos, obviamente, y luego desayunamos de manera razonable. Alli ya se congrega algún motero que otro, encuerado o no, incluyendo un cuarentón de tatuajes, barba y melena que solemos ver siempre en el Jarama (tiene una Fireblade).

Llego tocado de la garganta (el domingo tuve carrerita de bicis y me rematé) y he pasado una noche regulín pero no estoy tan tocado como el año pasado por lo que sé que me lo voy a pasar mejor, llego más en forma y voy, por fin, ¡¡con frenos que frenan!! (Como no encontraba el domingo la espaldera racing voy con ropa de "viaje" y eso ayudará a moverme porque con el mono de carreras y la espaldera idem voy jodido y apretado, ¡consecuencias de no perder los 10 kgs que me sobran, copón!)

Llegamos y ya está Oscar y July con su furgoneta y sus niñas, genial. Estrenan fibras y eso siempre es un punto a favor, enhorabuena. El sol empieza a asomarse timidamente. Nunca hemos rodado con estos tios y por fin ponen una mesa y empezamos a pagar los 70 lereles que faltaban para formalizar la rodada. Preguntamos por entrar en "lentos" una tanda y luego subir y me dicen que esta petao de gente, asi que nada, prefiero salir en la que me habia apuntado "medios" mientras estos dos cabrones (er Oscar y er July) entran en el grupito del imserso (con perdón, es por meterme con ellos) en espera de luego cambiar de grupo (cosa que no consiguen, creo, en todo el día). Cambio presiones y me dan la pegata azul mientras comenzamos a cotillear en algunos boxes. Calentadores por todas partes, ventiladores para el casco, herramientas, slicks o gomas muy racing en casi todos las bikes, en fin, buen ambiente, y mucha gente para ser lunes.

Reviso la cantidad de "fibrosos" que se apuntan a "medios".. bueno, yo creo que algunos prefieren entrar sobrados que irse a "rápidos" donde hay algunos pájaros de cuidado. Algunos, por su mono y por lo que me cuentan, son de los que entrenan en tandas como ésta para luego correr el Manchego, por ejemplo. Las "Merkel" S1000RR van alicatadas hasta las trancas (algunas de la organización), también hay una Ninja 1000 nueva que vuela más que corre... por no hablar de algunas R6 que parecen del Mundial de SSP, joder, esas sí que son peligrosas en este circuito revirado. Paso el control de ruidos y me ponen en la pegata "3500 rpm", vamos, que tengo que pasar así por algún sitio imaginable pero que estos tios no me cuentan... no insisto nada, que les den. Destacar un par de clásicas, ¡Ducatis!, que aturden el ambiente con un sonido realmente celestial pero bestial, ja,ja, fijaos, hasta el tio de los ruidos va a pedirles que las paren un rato, que no hay Cristo que se entere de las mediciones, je,je


Por fin salimos después de los "rápidos" que ya nos han "calentado" un poco el asfalto je,je (personalmente no me gusta salir muy pronto) y frente al semáforo del pit-lane noto que me vibra el corazón un poquito. Siempre me pasa. Es lo más parecido a una carrerilla, me embarga la sensación, se me vacía la mente, casi no me acuerdo ni de mi nombre, ya sabéis, la vieja cabra todavía tira al monte aunque no ande un carajo (afortunadamente, siempre hay gente más lenta que uno).

El "briefing" es en directo, LIVE, alli mismo, en la cola del pit-lane... ¿qué nos cuentan? pues ya sabéis, momento ruidos y las putas normas... a ver, como siempre, en la Hípica hay que cortar (bueno, el año pasado habia que parar un momento, patético, ¡tipo Stop en carretera!) y no pasar de las revoluciones que te marcaron en la pegatina aquella. Hay un control de ruidos alli, un Mazda del RACE, y nos dicen que en el siguiente control, en Bugatti, el "comisario" tiene una pizarra. Si te la saca una vez, es un toque, si te la vuelve a sacar, a tu casa... (en la tercera tanda se la sacaron a uno que iba justo delante de mi y casi lo celebra haciendo un recto. La pizarra pone "RUIDO" y te señalan con el dedo, como cuando en el cole algún capullo se chivaba de ti).


Pues nada, luz verde y salimos, yo con la intención de calentar mis gomas Metzeler mixtas (delante medio racing, una buena M3 que jamás da problemas, atrás una rutera Z6), mientras sonrió dentro del casco, ¡como me gusta entrar a este circuito, aunque sea algo revirado para mi forma física! Empiezo a llegar a las eses de Le Mans donde el año pasado daba pena de lo mal que lo hacia pero, por lo visto, se nota un añito más con la Infinita y mi mejor forma (dentro de un orden) física. Pues nada, subimos por la bendita rampa Pegaso y me acuerdo del momento "ruidos". Nada, llegamos alli en grupito, o eso creia, y hay un pirulo en el suelo (de ese cono al siguiente, abajo, no se puede subir de vueltas la moto), instintivamente bajo a 5000 o 6000 rpm y me pasan por todas partes, ni Dios respeta las estúpidas normas de los ruidos (ojo, me parece bien pero me sorprende un poco porque el coche del RACE está ya dando por culo desde la primera vuelta, ¡increíble!, y te pueden joder el día). Pues nada, llego a Bugatti, esa zona que me encanta (delicada zona, ojo con hacer topes alli, abajo, en Pegio) y subimos para Monza con alegría (que gozada llevar tantos CVs en el puño je, je), encarando, luego, recta de meta con cierta "tranquilidad" (en la primera vuelta ni meto quinta)... en la segunda vuelta todo un poco más alegre y en la Hípica me vuelven a pasar estos cabrones, ni Dios baja de vueltas, me digo: ¡maricón el último, paso de hacer más el tolai aqui! 

Tercer giro, subiendo Pegaso primer mini-susto, bueno, anécdota: al acelerar a saco, justo al pasar el "puente" la rueda delantera se levanta, echo el peso hacia adelante en la siguiente vuelta para evitarlo un poco. Es típico que suceda esto en este punto. Creo que tenia que endurecer un punto el amortiguador. En fin, no me quejo, total, no puedo volver con la moto arrastrada, esa es la máxima del día, nada de rectos ni mucho menos caídas, que nos crujen y se va al garete la visita a Motorland, entre otras miles de cosas. En fin, aún así, empezamos a disfrutar y asi seguimos un ratin que se me hace corto, fin de la primera tanda. ¿Qué destacar? pues el viejo dicho de mi padre (dicho aquel día, haciendo "enduro" con su Vespa y yo detrás, por Navacerrada) de "con buena picha bien se jode, hijo" es cierto... con estos frenos freno donde más o menos debe frenar un espabilao (que no campeón del mundo) con coherencia, con dos deditos, sin ver a Dios, en suma, una jodida maravilla. Nada que ver a la bomba Nissin medio defectuosa con la que entré hace un año (ah, alma de cántaro...).

La segunda tanda es más emocionante ya pero es muy corta porque nos sacan bandera roja, el médico está ocupado y no se puede correr hasta que se libere... ok, pero al grupo que le toca le joden vivo porque es un tiempo que, con estos tios, no se recupera.

Tercera tanda sobre el mediodía. Ya tengo todo en "orden" en mi cabecita (dentro de mi modesto nivel): salimos petaos, yo mezclado con las grandes (Fireblades, la RVF750, una "Merkel", Gixxers, R1s, etc) intentando que no se nos escapen las 600 tuneadas... nada, yo no lo consigo, en Le Mans se nos piran. Subiendo Pegaso vuelvo a "despegar" cuando abro con rabia, la potencia de la Fireblade me emociona, en serio, es acojonante, habrá motos más potentes pero para mi esta tiene más que suficiente, y más en un circuito casi de karts como el hermoso Jarama... no pasa nada, seguimos aprendiendo y disfrutando... pero si me olvido de apoyarme en el depósito subiendo la rampa voy a tener algún susto...

A media tanda voy tan agustito que dejamos de ser "educados", me cepillo a unos cuantos (sobre todo en la curva anterior a las eses de Le Mans, me encanta, hablo de la rapidisma curva Varzi, a derechas) y llego hasta la RVF de mi vecino de box, un veterano con muchas batallas a sus espaldas. Bajando hacia Bugatti le alcanzo pero se me pira en las curvas. Su moto es una joya japonesa, sin papeles en España, la mítica V4 de 750 que ganó las 8 Horas de Suzuka, por ejemplo. Me dice después que apenas pesa 160 kgs en seco, que la horquilla y otros detalles son de competición. Le echa el mérito a la moto pero él también tiene mucho, muchisimo. (Le hablo luego de nuestra "cafetera", de la "Perla Negra" y me da la razón: es una moto con personalidad propia, más dificil de manejar, que la disfrutemos y no escuchemos a los jovencitos que nos critican, ja,ja)


Volvemos al sarao: también nos zurramos con una VTR SP2 y otras, también una alemana... increíble. Las 600 más preparadas no hay muchos que las echen mano, yo al menos ni puedo ni lo veo, parecemos como dos grupitos: "los SSP y los SBK". En fin, termino la tanda muy feliz, creo que empiezo a llevar la moto medio bien. De tiempos no hablamos, malos, esperados eso sí, quizá hemos bajado de los dos minutos pero todavía no hemos ido a verlos...

Cuarta tanda casi una hora después... salgo con la misma actitud, sonriendo y nada preocupado, ya me conozco a los vecinos... volvemos a apretar un poco, sobre todo en las curvas de derecha que hay antes de la recta de meta. En la frenada de final de recta suelto el gas justo antes del cartel de los 200, quito tres marchas y entro medio racing en la curva aquella. Por la mañana frenaba casi 50 ms antes, por el "por si acaso..". En ocasiones me cepillan, en otras me toca a mi, touché. A mitad de tanda, cerca de otro compi de aventuras, debo hacer algo mal con el gas porque la moto me pega una derrapada de atrás considerable... un poco más ruda y me quedo sin carnet de padre... es en Monza, esa curva tan chula y exótica... a la siguiente vuelta en la curva de entrada a meta (la del Túnel) otro susto de atrás y ahi me preocupa más el aviso porque es un punto muy jodido, si te caes ahi, metiendo tercera inclinado y acelerando, te puedes hacer pupita (y a los hechos me remito) y aparte del destrozo personal si te caes tu moto va a dar varias vueltas y cada vuelta que de calculo que seran 1000 euros o por ahi... Pues nada, termino la tanda mosqueado porque noto algo raro atrás... ¿será falta de confianza, mala presión?, ¿será verdad que estábamos llegando al limite del rutero Z6 trasero? puede ser ambas cosas, no lo sé, pero lo que sí sé es que no tengo intención de un tercer susto-con-papeletas-de-hostia porque seria una pena terminar el dia de mala manera... llego al box y decido no salir en la última tanda. Oscar me anima a salir pero más despacio... pero no, me niego, no quiero salir para ir el porras, lo siento, uno tiene su pequeña honrrilla, ja,ja...

Pues ya está, siento el tocho, pero así no se me olvida a mi tampoco. Pena no poder entrar cada 2 o 3 semanas, creo que con esa frecuencia, en 5 años, seria uno de los líderes del "trofeo RACE post-cuarentones" ja,ja,ja,ja, en fin, qué pena de vida, si escribimos un tocho así por unas simples tandas como algún día hagamos algo más .. no va a ver gigas o papel que soporte tanta parrafada, sorry!!!

Gracias por la paciencia y Vs infinitas.
------------------------------------------------------------------------------------------------


Ufff, se acabó el ladrillo... pero antes de cerrar... agradecer a Raquel su presencia, ¡que nos cuidó tan bien como siempre, aparte de sacar algunas fotos chulas!, a mi padre que, como siempre, estuvo pendiente de esos detalles que a los novatos se nos escapan, a Oscar y July, por supuesto, a los compis de box y a los organizadores. Gran lunes, mereció la pena pedir un día de asuntos propios, buen ambiente y, afortunadamente, muy pocas caídas. Volveremos antes o después, claro que sí, ¿quién sabe? tal vez algún día hagamos unas vueltas decentes. Como me decian hace más de 20 años alli mismo: "quién sabe ir rápido en el Jarama, va rápido en cualquier pista", pues nada, ¡habrá que seguir intentándolo!

Los últimos dinosaurios

Nunca viene mal rebobinar y notar en la cara cómo el tiempo y algunos de sus protagonistas pasan por delante de tus narices recordándote que muchas de las maravillas que ahora disfrutas son debidas, en gran parte, a que otros se lo curraron a base de bien antes de que tú nacieras y supieras decir "mo-to". Ultimamente, sobre todo, merece la pena no perder la perspectiva porque estamos viviendo una avalancha de modelos de ¿motos? con más artilugios que el inspector Gadget. Avalancha que, supongo, no es más que la vanguardia de todo lo que nos espera durante los próximos años (por no hablar de esas motos eléctricas, ¡arghh!).

Y de esas sensaciones y pensamientos nos inundamos el pasado sábado 17 de septiembre, cuando acudimos a la reunión de clásicas que se celebró, una vez más, en Barajas. Organizada por el Club Sanglas Madrid, allí, en ese pueblo donde tantas aventuras y desventuras sobre dos ruedas hemos vivido, estuvimos rodeados de viejos amigos y de un ambiente añejo dificil de encontrar si no lo buscas. Motos de todas las épocas, basicamente de las décadas de los 50, 60, 70 y 80, algunas más antiguas, otras más modernas, salvo excepciones todas engalanadas, en suma, un bonito cóctel donde los años de los humanos tampoco importa mucho ya que se masca una pasión común y atemporal que une por igual a jovenes y no tan jovenes. Habrá que cuidar estos encuentros y este mundillo, es tan poco habitual ver motos antiguas circulando por nuestro país... Vale que el mundo de las clásicas también tiene su lado oscuro: me refiero a ese mercantilismo desenfrenado que provoca precios desorbitados (esté la moto como esté), a algunas tarifas para correr las carreras que... no son muy clásicas, etc, incluso esa "tonteria" que también se percibe entre algunos coleccionistas o propietarios, parecido a la "tonteria" que tienen algunos miembros apasionados a una sola marca, a un solo estilo de montura... ya me entendéis. No estoy generalizando pero haberla hayla.

En el mundo de las clásicas hay cosas que habria que cambiar... pero, como todo, es dificil. En todo caso es un mundo maravilloso que siempre nos sorprende. Asi que, como os podéis imaginar, el sábado, para empezar, no vimos la nueva BMW 6 cilindros, ni la VFR1200 ni "artefactos" así... lo siento, somos muy simples, unos cromagnones, todo tiene un límite en la vida y algunas motos empiezan a parecerse a naves especiales... ¿dóde tiene el alma? ya ni en el ruido... pero tranquilos, que no voy a dar el tostón con esto, prefiero enumerar otras cosas.

¿Modelos que vimos rodar? Impalas, Ossas de los años 60, Bultacos off road en perfecto estado de revista, Sanglas 400 (¡uff!), Guzzi Le Mans III (my God, otro amor de juventud), una espectacular Kawa Z1000 verde ¡¡¡de las más bonitas de la plaza!!!, muchas BMWs de todas las épocas, alguna DKW auténticamente añeja, dos Bimotas (no, nada de clásicas, de dos conocidos), una espectacular Triumph comando 750, Vespas... y la Ossita 160 de mi padre, que estaba de estreno pues nunca habia participado en ningún sarao. A falta de tener los papeles históricos en regla, todavía no podemos preparar el viaje a París que harán por carreteras comarcales algún día... Ese viaje retrospectivo estaba previsto para este mes de septiembre pero, al final, no ha sido posible. Habrá que esperar a la próxima primavera. Yo llevaré el coche escoba porque, siendo realistas, a saber si la mecánica, aunque mimada una y mil veces, aguantará tanto trote... y es que no estamos acostumbrados a ciertas cosas ya. Lo dicho, las fantásticas motos modernas no hubieran jamás existido de no ser por pilotos, ingenieros, visionarios, mecánicos, locos y motoristas que, durante décadas, han pagado, de muchas maneras, el "peaje" que la innovación, el progreso y las ganas han cobrado a cambio... Emprendedores y visionarios como Michio Suzuki, Soichiro Honda, Genichi Kawakami, Bultó, Permanyer, Giró, Cobas, la familia Otto, Carlo Guzzi (¡90 años ya!), Max Friz, Martin Stolle... el último grande que se ha ido fue Castiglioni. Cuantas sensaciones, cuantos buenos ratos les debemos a todos ellos. Sin un pasado nunca hay un presente y menos un futuro...

Volviendo a lo vivido en Barajas, aparte de los momentos "foto" (prensa, amigos, curiosos, etc) y de la vueltecita que nos pegamos con nuestra Ossita (¡¡como suena!!) destacar, obviamente, a toda la vieja guardia que encontramos reunida en la fiesta. Para empezar, como no podía ser de otra manera, el Mudo de Alcalá. Su Guzzi debió ser de las primeras en aparcar, consecuencias de no dormir mucho y vivir más horas al día que casi cualquiera. Su histórica italiana nos recibía inmaculada, como siempre, como una dama blanca en espera de alagos y miradas. Con Luisito el cachondeo está asegurado... pero no era el único cachondo por alli presente. Mi padre, Julito, el gran Emilio (que no pudo traer su famosa Berta, ¡cachis!), nuestro admirado Choncho (cuyo taller, Le Mans 3, está junto a la plaza), Aurelio (el hermano del Mudo; todavía recuerdo su XJ600 con la que ganó un rally que montamos en Almorox), Jaime y su nueva moto, la preciosa Honda Four que fue de Andrés, Alberto el joyero con su BMW, Juan y su bonita Impala, Paco de Miguel (autor de la foto de arriba), etc, etc, incluyendo algunas viejas caras conocidas de mil historias o del taller... Y así, a las 11 y pico, nubes de humo y sonidos de otra época tomaron la salida, inciando un bonito rally que los llevaría hasta el pueblo de Torrelaguna. Este año nos quedamos con las ganas de rodar con ellos (otros años hemos ido de "escolta" o participantes). Ya tocará en el 2012, supongo.

Y recordando fechas, recordamos que a principios de octubre se vuelve a celebrar la famosa concentración de Andorra. Mi padre suele decir que los que motoristas que vimos en Barajas, él mismo y algunos más son los "últimos dinosaurios", motoristas y tipos de otra época, de una edad ya lejana; costumbres, actitudes y especímenes que, poco a poco, se van extinguiendo... creo que razón no le falta. Hablando de Andorra me comentó que habia escrito una carta recordando su primera experiencia alli, en 1974, cuando las cosas, obviamente, eran muy distintas. La razón de su carta ha sido otra misiva que escribió un lector de Solo Moto, participante, también, de aquella mítica reunión. Aqui os dejo la carta de mi padre, con el título que comentó. Espero que os guste, yo ya conocía la historia, claro, pero me ha encantado redescubrirla.

"Los últimos dinosaurios":
La carta de Carlos Montagut sobre la Concentración Internacional de Andorra me hizo exclamar el otro día un ¡yo también estuve allí!
Fue en 1974 cuando acudía, por primera vez, a una reunión motociclista. Esperaba llegar al pequeño principado con mi Ossa, la misma con la que el año anterior había viajado en solitario a París. Por tal motivo publiqué un pequeño anuncio en una revista en el que invitaba a cuantos motoristas desearan acompañarme a la mencionada concentración. Entre nosotros, dije, se encontraba algún mecánico, algún ats, etc, etc...La semana anterior al viaje la dediqué a revisar la moto, bujía, platinos, carburador, cadena, aceite y la imprescindible bolsa sobre depósito con más de veinte kilos de herramientas y repuestos. Cualquier viaje en aquella época se convertía en una arriesgada aventura, era necesario ir preparado.Por fin llegó el día de hacer realidad aquel sueño. Al llegar al punto de encuentro mi sorpresa fue enorme al encontrar a casi una veintena de participantes deseosos, como yo, de emprender el viaje. Tras las presentaciones y, a punto de partir, llegó un belga afincado en Sevilla que se unió al grupo. La salida hizo detenerse al poco tráfico de aquella calle, debido, principalmente, a la enorme humareda producida por las motos, en su mayoría motores de 2T.En Calatayud, primera parada para repostar y estirar las piernas. Poco después de emprender la marcha, la guardia civil de carretera detenía a Petrus –el belga- por pisar la raya continua en una curva. Un agente trataba de explicarle la infracción pero el belga hablaba solo en flamenco y hacia ademanes de no entenderle. La última tentativa del agente fue descargar un par de pisotones sobre la raya de la carretera. El belga con un sutil sentido del humor indicó al agente la palanca de cambios de su boxer y con la mano extendida le dijo “¡cinco!”

Como no podía ser de otra manera, aquel rifi-rafe terminó en sanción. Continuamos alegres hacia Zaragoza y, en Alfajarín, paramos de nuevo a repostar donde ¡un grupo de motoristas nos estaban esperando! Habían leído la convocatoria y habían decidido unirse al grupo y continuar con nosotros hacia Andorra. Comenzaba a anochecer cuando divisamos las primeras luces de la Seu de Urgel. Poco después se producía una estrepitosa explosión del motor de una de las motos. Una rápida revisión ocular nos hizo intuir que la avería podía ser grave. Con la ayuda de varios cinturones de nuestros Barbours remolcamos la moto hasta el camping Borda-Mateu, lugar de la reunión. Mientras descargábamos las motos e instalábamos las tiendas de campaña en aquel mal llamado camping, localizamos el motivo de la avería: rotura de un diente del piñón del pie de rey de la distribución. Comunicamos nuestro problema a los chicos del moto club y, poco tiempo después, llegaba al camping una furgoneta del servicio oficial Ducati. Los mecánicos confirmaron nuestras sospechas y, tras cargar la moto, partieron hacia el taller. Montado el campamento, mientras alimentábamos la hoguera, decidimos por unanimidad costear el importe de la reparación entre todos.Y así junto a la hoguera, compartiendo viandas y vino de Somontano, pasamos parte de aquella inolvidable noche.

Ya de madrugada, muy tarde, y acompañados de la música que emitían aquellos nuevos colectores de escape cuatro-en-uno instalados en las motos de los franceses, atronando calle arriba calle abajo por la pacífica Andorra, nos retiramos a descansar. A la mañana siguiente, y aún con resaca de la noche anterior, llegaba la furgoneta con la moto averiada, la Ducati. Tras preguntar por el importe de la factura, los mecánicos nos dijeron que aquella reparación había sido ¡regalo del concesionario! Invitamos a los mecánicos a almorzar con nosotros y nos contaron que, efectivamente, la avería había sido la que habíamos pronosticado, pero que habían aprovechado para esmerilar válvulas, hacer reglaje y el cambio de aceite. Aquel trabajo les había llevado parte de la noche pero al fin la moto estaba operativa. Nos despedimos de aquellos buenos samaritanos y el resto de la mañana la dedicamos, principalmente, a visitar el concesionario Ducati y agradecer a su gerente la atención que había tenido con nuestro compañero. Después, visitamos las restantes tiendas de motos descubriendo un mundo desconocido hasta entonces para nosotros. Estábamos tan cerca pero tan alejados de Europa…
Al mediodía desfile hasta la sede del Gobierno donde, tras un pequeño refrigerio, discursos de agradecimiento en nombre de la Corporación. Luego, el Presidente del Moto Club de Andorra reiteraba las gracias a los participantes de la concentración y, ante mi asombro, me hacia entrega de la medalla de Plata del Club, galardón concedido, según sus palabras, por mi iniciativa y colaboración hacia el moto club y la concentración. Regresamos al camping y, tras recoger nuestros pertrechos y despedirnos de cuantos amigos habíamos hecho en aquellas horas compartiendo el calor de la hoguera, emprendimos el viaje de regreso. Todavía nos aguardaba una agradable sorpresa: los maños nos tenían preparado un tentempié en un bodegón típico de Zaragoza. Mientras corría el vino de Cariñena, devoramos la panceta, la morcilla y los chorizos. En la tertulia que siguió empezamos por hablar de fundar un moto club rutero. De aquellas conversaciones se gestó el futuro Moto Club Turismo (M.C.T.) de Zaragoza que, junto al Pole Position de Barcelona, fueron pioneros en España de las reuniones motociclistas.

Así, en un ambiente distendido, se acercaba la hora de partir y de despedirnos de aquellos buenos amigos junto a los cuales habíamos pasado un inolvidable fin de semana.
En el año 2003, junto a mi hijo, regresamos a la concentración de Andorra. Llegamos al principado muy tarde, de madrugada, después de una brutal tormenta que nos acompañó sin piedad desde Lérida. Por fin estábamos de nuevo en esa tierra tan querida, habían pasado 29 años desde aquella inolvidable reunión del 74 pero... ya nada era igual. Hoteles de cuatro y cinco estrellas para alojar a los participantes, motocicletas que parecen apartamentos rodantes, iluminación por xenón, calefacción central, hilo musical, armarios empotrados y demás sutilezas electrónicas; vestuario motero de lo más fashion, casi más propio de un desfile por la alfombra roja que de una reunión de aguerridos motoristas… Como hemos cambiado en estos años, quizá seamos los últimos dinosaurios.


Luis Fernández.

¿Dejarlo? ¡No, gracias!


Querida torbellino:

 ¡Cuánto tiempo hacia que no nos veíamos! Siempre estamos en contacto, sí, pero dónde esté un cara a cara que se quiten las tecnologías ¿verdad? Fue estupendo veros y conocer a ese nuevo miembro de la family, Manel. Qué suerte ha tenido el pequeñín, menudos papis más chulos le han tocado. Se os nota felices, lo realmente importante. ¡No sabes cuanto nos alegramos por vosotros! Bueno, sí lo sabes… nos conoces bien. La banda que conquistó Palencia creo que fue de vuestro agrado, je,je, aunque faltó algún otro colega entrañable, de esos que tú quieres mucho. Uno de ellos, el “polaco”, se lo pensó seriamente, como podrás imaginar, pero tiempo y dinero no sobran en estos días. 


Cuantas veces recordamos nuestro ya mítico viaje a Le Mans del año pasado. Qué bien lo pasamos, copón. Aquellas pasaditas de la “piolina” con su R6 a las dos 1000, aquellos “partidos” de tenis en marcha... aquel pelao buscando gasolina a 40 por hora escoltado por vuestras risas, cabrones… aquel famoso jamón on the road,el brumm brumm de cierto escape (ejem), aquella cenita en el circuito, las risas de la fogata con aquellos gabachos…, aquella entrada memorable haciendo el “baile del avestruz”, mi padre pasándonos sin freno trasero a la vuelta, aquella curva rápida llegando a Burdeos donde nos seguiste a saco pasará lo que pasará al final… ¿a que te acuerdas muy bien de todo ello? nosotros también, ¿y de esos momentos de paz infinita en cualquier gasolinera, a cualquier hora, tirados en el suelo o apoyados en cualquier muro? Mira que apreciamos esos instantes de calma, de buen rollo, cuando no hace falta ni hablar, solo alguna mirada, alguna sonrisa… bueno, dont worry, ¡pronto volveremos!

Lo que es la vida, el domingo, con vosotros, vimos en la tele la última carrera de Misano y, como no, salió a colación la retirada del bueno de Capirossi. Después de 22 años dando gas en el Mundial, el pequeño gran piloto comunicó que lo dejaba. Creo que Capi es un año más joven que yo pero, obviamente, ha vivido infinidad de situaciones y sensaciones racing que la mayoría de nosotros no viviremos en esta vida. Chapeau por él, se puede ir con la cabeza bien alta. En su caso entiendo su decisión de colgar el mono. Ojala disfrute de una bonita vida “civil”.

Es curioso si te fijas en todos los años que lleva acompañándonos... eché la cuenta y durante más de la mitad de mi vida he visto a Capirossi por la tele o en directo (bueno, en vivo no muchas, como mucho doce veces). Desde 1990, su primera temporada, ya campeón.. y siendo un niño. ¡Qué sorprendente fue aquello!


Todo esto, su adiós, tu maternidad, y un acertado post de Emilio en su web (un tipo grande que merece nuestro reconocimiento por su labor y afición) donde reinvidica con acierto a los que NO queremos dejarlo me hizo pensar un poco en esta cuestión. Dejarlo, no dejarlo… Bueno, hay cosas que apenas cambian. Pues sí, querida sociedad, querido mundo, a pesar de los tiempos que corren, antes me lo quitaré de mil gilipolleces, antes me quedaré sin algunos lujos o incluso dejaré de hacer muchos viajes, o buscaré tal vez otra manera de ganarme la vida pero no vamos a dejar que nos ganen, que nos quiten algo vital para nosotros, de las pocas cosas que nos hacen felices.

En tu caso, Marta, descuida, tus amigos sabemos que tú no lo has dejado, ni lo dejarás, lo llevas en la sangre. ¡Nos encanta saberlo! Más pronto o más tarde volverás a tus viajes, a tus circuitos, a hacer de paragüera de lujo, a pasear por tus viales con tu estilazo, a mirar tus mapas, a sonreírnos desde el casco, a reírte con nuestras tonterías en mitad de ninguna parte. Esto tan bonito (y durillo) que estás (estáis) ahora viviendo en casa es una etapa, importante, una experiencia vital que, para nada, destruye ni olvida tu gran pasión: las dos ruedas. No es cuestión de restar sino de sumar. Esa es una de las claves de la vida.

¿Sabes la de moteros de postín que dejan las motos por una paternidad mal entendida? Pues sí, y desde hace unos pocos años, la puñetera crisis ha sido el argumento que faltaba ya para que mucha gente maja ponga un post o te diga por teléfono la lacónica frase lapidaria "lo dejo, tio"... A veces lo hacen obligados por verdaderos motivos, otras muchas veces no tanto... Vale, cuando el zapato aprieta de verdad, en casos extremos, uno no solo vendería su moto, venderia hasta un riñón pero eso no pasa tan a menudo como creemos.


Te quedas dudando y te preguntas, ¿tenían inversiones? ¿se han arruinado, se han quedado sin trabajo? pues no, nada de eso, solo que han sido papis. En lugar de cambiar algunas cosas las destruyen. ¿Merece la pena pasarlo tan mal? Matar pulgas a cañonazos... y muchas veces empujados por otra persona. He visto casos de tios que ya no son ni la sombra de lo que eran. Su vida ahora se limita al puto centro comercial y a los programas de la tele. ¡Qué manera de faltarse el respeto a uno mismo!

Ultimamente llevamos una “oleada” digna de estudio sociológico. La paternidad mal entendida siempre fue uno de nuestros enemigos, sí, pero ahora tiene un poderoso aliado, la pasta o la falta de ella. Vale, nos llamara alguien fanáticos, etc, etc, me da igual la palabra, pero no quiero enseñar a mis hijos que por ser padre uno debe renegar de sus pasiones vitales. Sea la moto, el mar, la literatura, tocar el piano o hacer carreras de atletismo entre la élite mundial o entre tus vecinos. En tu caso, imaginate la que te va a caer en cuestión de meses… pero sabrás manejar la situación.

Afortunadamente, algunos amigos simplemente han cambiado su actitud cuando cogen la moto después de ser padres o madres. El otro día un amiguete entrañable y rápidisimo le decía a Oscar: "Joder, ahora entiendo lo que deciais, ahora me lo pienso un poco más" (se referia a que a partir de ahora irá un poquito más despacio, ha sido padre y de repente se ha dado cuenta que ya no está solo en este mundo. Ok, tio, ¡bienvenido!, es lo que pasa, ahora sabes que un enano depende de ti, así es... ya no se trata solo de la famosa enzima MAO, esa que con los años, contaba Mat Oxtley, nos hace más precavidos, tomar menos riesgos, etc, etc). Y es que si la afición todavía te bulle la sangre, en condiciones digamos normales ¿por qué vender tu moto? A veces nos hemos preguntado, ¿cuanto cuesta mantener una moto “normal”?, ¿tanto pan pide? antes de venderla ¿no hay otras opciones? cada uno ya es mayorcito y hay que respetar sus decisiones pero que me quieran hacer creer que con ese ahorro su vida va a cambiar mucho... Mira que hay ocasiones en que (y esto es literal) esos 2000 o 3000 pavos terminan gastándonse en un nuevo salón para lucirlo con ostentación frente a la familia política o los vecinos, en una nueva cocina que realmente no te cambia la vida, en otro coche de segunda mano para no ir andando a por el pan o al cole que está a dos manzanas (acojonante si lo reflexionas) o para ir al puto Caribe quince días para no hacer ná de ná salvo engordar y tomar el sol. ¿Si hacen todo eso ahora, qué harán algunos en su jubilación?

Nos podemos convencer de mil cosas pero, sobre este tema, creo que todo se basa al final en tener o no tener verdadera afición. Conozco a moteros con graves problemas de salud que sin embargo no venden su SBK. Bajan al garaje casi cada día, la arrancan y piensan cuando volverán a poder montarla. Tipos que se han medio matado (y no por su culpa) y que aunque caminaran cojos para el resto de sus días siguen rascando en las curvas o simplemente ruteando a otro ritmo, felices, sin dar, además, importancia a las "rayas del tigre" que se han encontrado en su camino. Personas maravillosas con una voluntad de hierro que incluso, todavía en estos tiempos de miedos y borreguismo generalizado, piden una excedencia para irse al fin del mundo a pasarlo mal (al rally de Mongolia, por ejemplo). En la otra acera están los otros, incluso algún piloto del Mundial, que lo deja, oficialmente, porque les duele un pie. Ya, y unos cojones. A ese grupo les diria con calma: dejalo por lo que tu quieras, ¡no problem!, pero, por favor, NO nos cuentes películas. La diferencia es que unos aman el motociclismo realmente y otros no. No es una obligación amarlo pero mejor ser honesto y no intentar engañar al personal.

Contigo, amiga, no hay dudas sobre lo que te mueve por dentro. Antes o después, cuando tú nueva vida te lo permita, sabemos que volverás al “Mundial”, a estar “activa”. Nada volverá a ser igual, eso sí. Decir lo contrario seria una tontería. Volverás, de otra manera, pero con la misma esencia. Y eso es lo verdaderamente importante. Sé cuanta felicidad te proporciona viajar en moto o, “simplemente”, hacerte unas curvas por la mañana, lavar tu moto, ver las carreras o pasear por "tus" parrillas del CEV. Sabemos cuanto has luchado por seguir rodando cuando algún problema doloroso te ha presionado fisicamente. Tu coraje es silencioso pero poderoso, digno de elogio. Te envidio en eso, yo jamás seré así de fuerte.

No sabemos si volverás con una naked o con otra deportiva, da igual, lo que te pida el corazón, seguro. Y aunque alguna vecina o algún familiar te censure por volver a montar en moto sabemos que sabrás contestar educadamente sus bravatas. Qué poquitas quedan con tu claridad de ideas, con tu infinito sentido del humor y con tu pasión, ...vuelve niña, ¡te necesitamos!

Otra guerrera que quiero mucho me comentó hace unas semanas que no puede morirse todavía, "...aún tengo muchas cosas por hacer". Claro que sí. Ese es el espíritu que algunos admiramos. Y si es sobre dos ruedas lo de "muchas cosas por hacer" suena todavía mejor. Tú también eres de la “tribu” de la autora de esa frase. ¿Qué más podemos decir ante esa manera de encarar la vida? poco, es música para nuestros oídos... ¿Dejarlo? ¡No gracias! ¿Dejarlo? Ya habrá tiempo para no hacer nada...


En fin, que vaya todo bien, niña. Animo y a seguir luchando. Esperemos que en diez años vuestro nene sea una joven promesa del panorama nacional. Allí estaremos, espero, tal vez recordando su primera "concentración" motera, la del pasado domingo :-) Hasta pronto, te esperaremos con los calentadores en la mano y una sonrisa en la cara. Muackss!!

GRACIAS A TODOS LOS QUE ME AYUDARON POR EL CAMINO...